En el Aloe vera encontramos cerca de 20 aminoácidos, de los cuales 8 de ellos son vitales para el correcto funcionamiento del organismo. Asimismo, dentro de las propiedades de esta planta también encontramos ácidos grasos que ayudan a disminuir las grasas en la sangre y aliviar la indigestión.
El Aloe vera también contiene las vitaminas (A, B, C) que nuestro cuerpo necesita para mantenerse saludable y en buen estado. Entre los minerales que podemos extraer de su jugo son calcio, hierro o magnesio, entre otros.
Consumir el jugo del Aloe vera con pequeños sorbos diarios, contribuye a limpiar el tracto digestivo de forma natural, ayudando a aquellos individuos que sufren de estreñimiento o del efecto contrario (diarrea). Pues contiene las sustancias calmantes y reguladoras que nuestro organismo necesita en ciertos casos, consiguiendo una flora intestinal normal y libre de bacterias.
Tal vez te interese: Batido verde cremoso de aguacate y lima. ¡Pierde peso ahora!
Como mencionamos anteriormente, el Aloe vera beneficia de manera indirecta la salud cardiovascular. Gracias a sus principales nutrientes, ayuda a disminuir el colesterol y a regular la presión arterial, mejorando considerablemente la circulación del cuerpo.
Además, la ingesta regular de Aloe vera y una dieta baja en carbohidratos también puede ayudar a disminuir los niveles de azúcar en sangre. Ya que esta especie suculenta contiene glucomanano: fibra soluble extraída de un tubérculo asiático. Un componente que actúa como un hipoglucémico natural que reduce los niveles de azúcar en sangre notablemente.
Tal vez te interese: 7 cenas altas en proteínas y bajas en carbohidratos
Preparación:
- Corta con un cuchillo bien afilado algunas hojas carnosas o pencas de una planta de aloe vera. Es importante de tratar de cortarlas bien en la base, pero sin lastimar las demás hojas que quedarán en la planta para aprovechar mejor sus propiedades. Se recomienda cortar primero las hileras laterales.
- Después, lava cuidadosamente las hojas, pela la cáscara o corteza de las pencas y tíralas a la basura.
Quita bien la capa amarillenta que está debajo de la corteza, pues esta parte puede resultar irritante e incluso causar problemas intestinales como diarrea y molestias al estómago. Además, esta parte de la planta resulta muy amarga para muchas personas. - Reserva solo los cristales, es decir la sustancia gelatinosa y transparente que se encuentra en el interior de las hojas.
- Empieza a licuar el gel de aloe vera en una licuadora o batidora.
- A continuación, agrega a la preparación un poco de zumo de alguna fruta cítrica que prefieras con el fin de dar más sabor.
- Continúa licuando hasta obtener una consistencia homogénea.
Consejo:
Una vez preparado el jugo de aloe vera, éste debe conservarse en la nevera o en un recipiente hermético. Si lo conservamos en un lugar adecuado, puede aguantar sin estropearse hasta una semana. Sin embargo, hay que tener en cuenta que cuanto antes se consuma, mejor se aprovecharán sus propiedades.