Una comida desequilibrada es la causa de mala digestión, exceso de calorías que se almacenan en depósitos de grasa, insomnio, pesadez y estreñimiento. Además, podemos comenzar el día siguiente con dolor de cabeza o falta de energía, aunque hayamos dormido mucho. Mira los alimentos que no debes consumir para evitar estos molestos síntomas.
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Alimentos grasosos: Seguramente te has visto tentado por esas super quesadillas doradas que venden por tu casa, pero los alimentos que contienen mucha grasa hacen que al día siguiente te sientas pesado y durante la noche no permiten que el proceso de digestión se haga de forma eficaz. Evita los helados, nueces, comida rápida o alimentos con mucho queso o fritos.
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Proteínas pesadas: La cena es considerada el alimento más liviano durante el día. El consumir proteínas hace que tu cuerpo no realice los procesos digestivos como deberían de ser y que además de ello no te permitan dormir. Recuerda que el cuerpo se prepara para tus actividades del día y de la comida toma lo que necesita para procurarte de energía. Si por la noche recibe una porción de alimento grande, la quema de energía se mantendrá constante y difícilmente podrás conciliar el sueño.
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Alimentos con mucha azúcar: Las chocolatinas por la noche son deliciosos, pero pueden ser estos lo que estén provocando que tengas más hambre o por lo menos despiertes con muchísima hambre, que seguro hacen que desayunes más o tengas más antojos de cosas dulces. Recuerda que los azúcares son una parte importante de los carbohidratos simples y que el cuerpo procesa con facilidad y que se traducen en energía, la cual si no se utiliza, se convierte en grasa. Evita galletas, pastel o snacks con mucha miel o caramelizados.
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Modera las porciones: Por último, pero muy importante, recuerda que las porciones de lo que comes deben estar acorde a las actividades que haces y a tu peso.