Como la mayoría sabemos el pan hace parte de nuestra cultura desde hace mucho tiempo cuando habían épocas de hambruna y escasez. Este rico alimento lo puedes comer en el desayuno o como bocadillo en la merienda pues está muy presente en nuestra dieta diaria; sin embargo, algunas personas dejan de consumirlo eliminándolo completamente de su menú para reducir carbohidratos y perder peso, ya que tiene un índice glucémico muy alto y es de combustión rápida, esto quiere decir que, al no ser utilizado de forma adecuada como fuente de energía, causa un desgaste de insulina y produce además picos altos de azúcar en la sangre, pero cabe aclarar que todo en exceso es malo.
Para nadie es un secreto que lo más apetecido en el desayuno es el pan, pues este nos aporta energía por los mismos hidratos de carbono, es rico en vitaminas y nutrientes porque contiene hierro, potasio, ácido fólico y vitaminas B2 y B6 entre otros componentes. Lo bueno es que en el mercado hay una gran variedad de este alimento que puedes hacer uno más saludable y nutritivo para ti si de lleno no quieres el tradicional, como el pan de avena que te voy a enseñar a hacer hoy el cual puedes comer hasta 100 gramos al día, incluso si estás en dieta de adelgazamiento porque cuenta con buena fibra soluble para reducir además el colesterol malo, así que prepara esta receta para saciar tu día.
Ingredientes:
- 2 tazas de avena en hojuelas.
- 1 cucharada sopera de polvo para hornear.
- 1 taza de leche o de agua tibia.
- 2 huevos.
- 1 cucharada de esencia de vainilla.
- ½ taza o 90 gramos de mantequilla previamente derretida.
- 1 pizca de canela.
- ½ taza de harina de trigo o harina integral.
- 3/4 de taza de azúcar morena o Stevia.
- 1 pizca de sal para potenciar los sabores.
Preparación:
- Comienza triturando la avena de hojuelas en la licuadora, hazlo echando de a poco en poco para que la licuadora no se sature y una vez la avena quede polvo puedes echar más.
- Una vez que ya tengas la avena enharinada lista vas a meterla en un bol para agregarle la cucharada sopera de polvo para hornear, la pizca de canela, la ½ taza de harina integral, la Stevia o los 3/4 de azúcar morena y la pizca de sal. Estos ingredientes en polvo deben pasarse antes por un colador para tamizar de esta manera no tendrás que lidiar con grumos que quedan y así podrás tener una mezcla más suave y ligera.
- Revuelve todo muy bien con un globo de acero o un tenedor para que estos ingredientes se integren.
- En este punto vas a mezclar todos los ingredientes líquidos. Mete la taza de leche o agua tibia, los dos huevos, la cucharada de esencia de vainilla y los 90 gramos de mantequilla que debe estar derretida previamente.
- Licua hasta que todo se mezcle muy bien y procede a verterlo en el bol que tiene todos los ingredientes secos pero de a poco para ir tanteado la cantidad.
- Ve amasando con las manos limpias hasta que quede una consistencia dura y elástica. Luego procede a realizar unas bolitas del mismo tamaño para ir dándole forma a un pan.
- Toma una sartén antiadherente y caliéntala a fuego medio bajo. Colócale ½ cucharada sopera de aceite de oliva extra virgen y espárcelo con una servilleta por todos lados para asegurarte que no se pegue.
- Coloca los panecillos que te quepan en la sartén y luego cubre con la tapa o con papel aluminio, esto para que se concentre el vapor y los panes se cuezan por completo.
- Espera aproximadamente unos tres minutos para poder voltear el pan de avena y dejar cocer por el otro lado por otros tres minutos hasta que estos se comiencen a esponjar y tengan un color doradito. Es importante que no los destapes para que no se salga el calor concentrado.
- Después de haber transcurrido los seis u ocho minutos y los panes estén listos, apaga la estufa y reserva en un palto o una canasta envuelta con paño para que mantengan el calor.
- Puedes rellenar estos panes de avena después de estar listos, es decir, cortando por la mitad con un cuchillo para ponerle jamón, mayonesa, crema de cacahuate, yogurt griego, fruta fresca cortada en rodajas, mermelada de fresa de mora o de piña, etc., aquí sí es dependiendo qué más te guste.