El ritmo del corazón, medido por el pulso, depende de la edad, el sexo, el peso corporal y la forma física de la persona. La dinámica puede verse influenciada por muchos factores: entrenamiento y nivel de condición física, estado de ánimo, enfermedad, embarazo, factores ambientales, deshidratación, sobre entrenamiento o estrés.
Por tanto, la frecuencia cardíaca (FC), es decir, el pulso, en reposo es una cosa individual, pero existe una norma fisiológica médicamente aceptada. Para un adulto sano con un cuerpo joven, es de 60 a 80 latidos por minuto.
Para los atletas con un corazón entrenado, la frecuencia cardíaca en reposo puede caer a 40 a 50 latidos por minuto, y esta será la norma para este tipo de personas; para ello, en el mundo médico se acuñó el término “corazón deportivo”. Y, a menudo, la frecuencia cardíaca en reposo se entiende como un concepto más estrecho, y se conoce como el pulso matutino, se mide tan pronto abres los ojos y hasta que te levantas de la cama.
¿Qué se puede entender midiendo la frecuencia cardiaca en reposo?
Si mides regularmente su tu frecuencia cardíaca en reposo, es decir por la mañana, por ejemplo, durante la semana, puedes:
- Tener una idea de la adaptación del cuerpo al estrés.
- Ver cómo el trote regular, la natación, el ciclismo o cualquier deporte, afecta el entrenamiento del corazón.
- Evaluar la calidad de la restauración.
- Rastrear el inicio del sobre entrenamiento.
- Rastrear alguna posible enfermedad.
- Comprender el nivel de descanso en la noche.
El seguimiento de la frecuencia cardíaca en reposo de los atletas se está convirtiendo en un marcador importante para evaluar el estado físico.
Todo atleta serio registra la frecuencia cardíaca en reposo en un diario, que también muestra las zonas de frecuencia cardíaca durante el entrenamiento. Estos indicadores son evaluados por el entrenador, ya que una frecuencia cardíaca alta o baja puede indicar problemas, entrenamiento insuficiente o excesivo.
Cómo medir la frecuencia cardíaca en reposo
La mejor manera es medir el pulso inmediatamente después de despertarse. Tomar esta medida sirve para monitorear la dinámica del desarrollo del cuerpo o para detectar la aparición de algún problema con el corazón
Para medir tu frecuencia cardiaca en reposo una vez estés despierto, debes tomar lentamente un reloj con cronómetro y palpar una de las arterias. Puedes medir el pulso en la arteria radial (muñeca), en la arteria temporal (el área de las sienes), en la arteria carótida (en el cuello debajo de la mandíbula en el lado derecho).
Basta con contar los latidos durante 15 segundos y luego multiplicar el número de latidos por 4, para obtener el resultado de latidos por minuto.
Aspectos a tener en cuenta
Es más fácil usar dispositivos tecnológicos portátiles: una pulsera inteligente o un reloj deportivo. Si duermes con ellos, el dispositivo contará tu frecuencia cardíaca durante el sueño, lo que brinda datos más precisos.
Con este tipo de tecnología, puedes averiguar, incluso, la repetición de las respiraciones, los intervalos entre latidos, las variables de la frecuencia cardíaca, entre otros.
Los mismos métodos se pueden usar durante el día, solo debes tener en cuenta que el pulso diurno en “reposo” es más alto que el matutino, la norma fisiológica son 60 a 80 latidos.
La frecuencia cardíaca en reposo está influenciada por muchos factores. Algunos de ellos son:
- Actividad física.
- Envejecer.
- Embarazo y hormonas.
- Emociones.
- Enfermedad.
- Deshidratación.
- La ingesta de alimentos.
- Cambio drástico de horarios.
Consejos adicionales
Si identificas una frecuencia cardíaca en reposo alta y puede ser por un motivo emocional, prueba el método psicológico de conexión a tierra. Necesitas levantarte y caminar por la habitación o en la calle, concentrándote en sensaciones momentáneas, como tocar el suelo con el pie, y en lo que ves a tu alrededor.
También puede indicar una recuperación insuficiente: debes dormir mejor y bajar el cansancio. Ahora, si tu frecuencia cardíaca baja o aumenta debido al sobre entrenamiento, descansa y cambia tu rutina de ejercicios.
Una frecuencia cardíaca en reposo demasiado baja puede indicar bradicardia, demasiado alta, taquicardia. Estos problemas sólo pueden ser reconocidas y resueltos por un médico.
En cualquier caso, consulta a tu médico de confianza acerca de la frecuencia cardiaca y de los diferentes matices que en tu salud puedan afectarla.
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