Qué cuidados debes seguir cuando te diagnostican hígado graso

Este es un problema de salud también conocido como esteatosis hepática, ocurre cuando la grasa se acumula en el hígado. Aunque tener pequeñas cantidades es normal, el exceso puede afectar la calidad de tu vida. Ya que este órgano es uno de los más importantes del cuerpo, es el encargado de ayudar a procesar los nutrientes de los alimentos y filtrar las sustancias nocivas de la sangre. De allí la importancia de adoptar habitos saludables.

El hígado graso puede deberse a diferentes factores, entre los que se encuentra el beber alcohol. En otras personas que no consumen cantidades excesivas de bebidas alcohólicas, la causa no es del todo clara. Pero algunos factores pueden influir, como lo es la obesidad, demasiada azúcar en la sangre, resistencia a la insulina o niveles altos de triglicéridos. En casos no tan comunes se puede presentar debido a infecciones como hepatitis C, efectos secundarios a medicamentos, el embarazo o exposición a ciertas toxinas.

Síntomas del hígado graso

En la mayoría de los casos no se presentan síntomas, quizás solo pueda sentirse un poco cansado o con molestias en la parte superior derecha del abdomen. Sin embargo, en algunas personas la enfermedad desarrolla complicaciones con el paso del tiempo. Por ejemplo las cicatrices, a lo que se le llama fibrosis hepática y si es grave puede terminar en cirrosis.

Esta última etapa de la enfermedad genera pérdida del apetito, fatiga, picazón en la piel, náuseas, hinchazón abdominal, piel y ojos amarillos. También pérdida de peso, hemorragias nasales, hinchazón de las piernas, enrojecimiento en la palma de las manos, vasos sanguíneos en forma de araña debajo de la piel y agrandamiento de senos en los hombres.

Cuidados a seguir 

La buena noticia es que puedes prevenir y ayudar a revertir la enfermedad de hígado graso con varios cambios en tu estilo de vida actual. Como lo es limitar o evitar el consumo de alcohol, realizar al menos 30 minutos de actividad física todos los días y mejorar la dieta. Debe ser rica en nutrientes, baja en calorías, grasas saturadas y grasas trans. Pero si tiene cirrosis, el médico puede recomendar tratamientos con medicamentos y cirugía.

En general, una dieta para la enfermedad del hígado graso debe basarse en aumentar el consumo de verduras y frutas. En alimentos con un alto contenido en fibra como legumbres y cereales integrales. Pescados y mariscos, grasas saludables presentes en nueces, aguacates y aceite de oliva. Todo esto puede proporcionar energía y promover la saciedad.

Alimentos a evitar

No solo debe mantenerse alejado del alcohol, también de alimentos azucarados como dulces, galletas, refrescos y jugos de frutas. Un nivel alto de azúcar en la sangre es un factor de riesgo a la hora de aumentar la cantidad de grasa acumulada en el hígado. No consuma alimentos fritos, pues son altos en grasas y calorías, dificultando el proceso a la hora de mantener el peso saludable. Tampoco incluya productos lácteos con toda la grasa.

Reduzca las cantidades de sal que hace que el cuerpo retenga líquidos. Por otro lado, la carne roja tienen un alto contenido en grasas saturadas. Evite el pan blanco, la pasta, el arroz y en su lugar elija los granos integrales. Recuerde siempre estar en comunicación con el médico, con el objetivo de  hacerse exámenes como forma de prevención y para aclarar dudas sobre el tratamiento una vez diagnosticada la enfermedad.

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