La prediabetes es una condición en la cual existen niveles anormales de azúcar en la sangre. Debido a que el cuerpo no usa adecuadamente la insulina. Esto se considera un factor de riesgo para desarrollar diabetes tipo 2 y enfermedad cardiovascular.
Pero no quiere decir que inevitablemente se tendrá diabetes, ya que con una intervención temprana se puede regular el azúcar en la sangre, para que todo vuelva a la normalidad. En donde los hábitos saludables son un elemento fundamental, así como conocer cuales son los alimentos más indicados.
Tanto la dieta como la práctica de ejercicio van de la mano para lograr equilibrar los niveles de glucosa en la sangre. Gracias a que los músculos usan la glucosa para obtener energía y lograr que las células trabajan eficazmente con la insulina, por lo que se recomienda mantener activo el cuerpo 30 minutos diarios.
¿Cómo influye la dieta en la prediabetes?
Aunque existen diferentes factores que pueden aumentar el riesgo de padecer prediabetes como lo es la genética, es decir si alguna persona de su familia vive con diabetes. Es el sobrepeso y los estilos de vida sedentarios son los que toman un mayor protagonismo a la hora de impulsar el desarrollo de la enfermedad.
En la pre diabetes el azúcar que contienen los alimentos consumidos empieza acumularse en el torrente sanguíneo, ya que la insulina no puede moverlo con facilidad hacia las células de nuestro cuerpo. Esto suele suceder debido a que se adopta una dieta llena de carbohidratos refinados y procesados que ocasiona picos más altos de azúcar en la sangre. Por lo que disminuir su consumo puede ayudar.
Además, cuando se consumen más calorías que las que realmente el cuerpo necesita, se almacenan como grasa. En especial la que se sitúa alrededor del abdomen, porque se relaciona con la resistencia a la insulina. Es por ello que muchas personas con prediabetes también tienen sobrepeso.
Cómo equilibrar los niveles de azúcar en la sangre
El primer paso siempre será acudir al medico asi no se tenga ningún tipo de síntomas, ya que realizar chequeos periódicamente le proporciona información sobre el estado actual de su salud y como realizar los tratamientos adecuados. Sin embargo existen algunos cambios en los hábitos que puede mejorar la situación, al mantener los niveles de glucosa adecuados y el peso saludable.
Tener en cuenta el índice glucémico de los alimentos
El índice glucémico es una herramienta que le permitirá saber cómo un alimento puede afectar los niveles de azúcar en la sangre. Por ejemplo los alimentos procesados y refinados tiene un alto índice glucémico, mientras que los que poseen una buena fuente de fibra son bajos en IG.
Entonces debe evitar los carbohidratos refinados, entre los que se encuentran el pan blanco, el arroz blanco, las papas rojas y los refrescos, en su lugar puede consumir pan integral molido en piedra, arroz integral, bastante agua, avena, que no sea instantánea, los vegetales sin almidón como las zanahorias y las verduras de campo, los frijoles, las patatas dulces, el maíz, la pasta de trigo integral.
En cuanto a los productos que encontramos en los supermercados por lo general las etiquetas de nutrición no revelan el IG, por lo que debe tomar nota del contenido en fibra.
Consumir alimentos ricos en fibra
El contenido en fibra trae varios beneficios para el cuerpo, iniciando con proporcionar saciedad y facilitar la evacuación intestinal. Por lo que consumir alimentos ricos en fibra evita el consumo en excesos que puede derivarse en el consumo de azúcares. Entre los que se encuentran frijoles y legumbres, frutas y verduras con piel comestible, panes integrales, granos enteros como la quinoa o cebada, cereales integrales, pasta integral.
Consumir carnes magras
Consumir carnes grasosas puede conducir a un aumento en el riesgo de enfermedad cardiaca, la cual está latente cuando se tiene prediabetes. Por eso es mejor escoger fuentes de carne como la del pavo o pollo sin piel, mariscos, claras de huevo, productos de soja como el tofu y el tempeh, yogur griego bajo en grasa, pescados como el bacalao, atún, trucha.
Recuerde que los cortes de carne magros pueden contener de 0 a 1 g de grasa y 35 calorías por onza. mientras que la carne con alto contenido de grasa, como las costillas de cerdo, pueden tener más de 7 g de grasa y 100 calorías por onza.
Eliminar las bebidas azucaradas
No se deben consumir bebidas con altos niveles de azúcar, pues empeora la situación. Ya que este tipo de productos solo aportan calorías vacías a nuestro cuerpo, es decir que se traducen en carbohidratos de rápida digestión. En su lugar debe aumentar el consumo de bastante agua para calmar la sed.