Si uno de tus propósitos de año nuevo fue empezar a ir gimnasio, pero hasta ahora no te animas o le encuentras mil y una excusas para no ir, llegó el momento de decidirte, perderle le miedo y ponerte las pilas.
Empezar a ir al gym puede convertirse en una muy buena estrategia para ponerse en forma, en este post te daré algunas pautas para que tus primeros días en el gimnasio no sea conviertan en una pesadilla.
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Ser constante en el gym no es tan complicado como parece y los resultados que quieres obtener estarán más cerca de materializarse, esto sí, para ver resultados hay que ser constante, y es que ese es el verdadero problema… ¿Cómo ser constantes en el gym?
Para empezar a ir al gym y no decaer en el intento debemos tener en cuenta lo siguiente:
1. Elige un gym cerca de casa:
Debes tener claro a que gimnasio irás, entre más cerca de casa o del trabajo esté será más factible que puedas ir y ser constante.
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2. Ten listas tus cosas para el gimnasio:
Al tener todo listo evita que pierdas tiempo y te será más fácil ponerte la ropa que ya está a la mano y motivarte para salir a entrenar. Para ello debes tener claro que es lo que necesitas llevar, por ejemplo: tus zapatillas, calcetines, botella de agua, toalla, las llaves de la casa, tu billetera o monedero, tu ropa deportiva, jabón o shampoo y una muda extra por si te piensas bañar después del entrenamiento.
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3. La ropa deportiva
muchas mujeres no se sienten cómodas con las licras deportivas porque éstas suelen ser muy entalladas y es perfectamente entendible, pero recuerda que las licras deportivas no son el uniforme oficial de los gimnasios, puedes ir con unos leggins o una camiseta suelta sin mangas, eso sí, no olvides usar un brasier deportivo para que estés más cómoda al momento de entrenar. Lo importante es que uses ropa cómoda que permita a tu cuerpo estirarse y respirar. Recuerda que sentirte cómoda con lo que llevas puesto es la clave para tener una dosis extra de confianza en ti.
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4. No tengas miedo de pedir ayuda:
Si estás empezando lo mejor será que pidas ayuda de un profesional para que te supervise y de diseñe una rutina a tu medida que se adapte a tus capacidades físicas y así evitar que te lastimes o que al día siguiente no puedas mover ni un dedo por el terrible dolor muscular que sentirás. Las sesiones no deberían durar más de una hora y se recomienda una frecuencia de unos 3 a 4 días por semana.
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5. No te olvides de beber agua:
Siempre lleva contigo una botella de agua, asegúrate de tomar sólo agua, nada de zumos, ni bebidas deportivas, ni refrescos. Necesitas hidratarte antes, durante y después del entrenamiento para que tu rendimiento físico no disminuya. Además, es probable que sientas como aumenta la temperatura de tu cuerpo y el agua te ayudará a refrescarte hasta que termines tu rutina.
Así que ya sabes, con un poco de determinación y organización ir al gimnasio ya no será un reto o una meta imposible. No olvides realizar un breve calentamiento, de 10 a 15 minutos, antes de iniciar con tu rutina para entrar en calor y así evitar lesiones. De igual forma deberás hacer una serie de ejercicios de estiramiento al terminar tu sesión para relajar los músculos y verás que te sentirás increíble al salir del gimnasio.
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