Mantener un peso saludable puede volverse cada vez más difícil con el pasar del tiempo, esto se debe a que la tasa metabólica basal disminuye con la edad, así como las personas se vuelven sedentarias y menos activas, lo que tiende a llevar a la pérdida de masa muscular. Aunque no se puede controlar la forma en la que cambia el cuerpo a medida que se envejece, si existen hábitos por adoptar para mejorar la salud y apariencia.
Debes tener en cuenta que el proceso en cada persona es diferente y lo más recomendable siempre será acudir con un especialista para saber cómo actuar. Esto dependiendo de la edad, altura, el peso, el sexo y el nivel de actividad, por lo que se trata de una atención personalizada. Sin embargo, existen algunas barreras comunes a las que se enfrentan la mayoría de las personas que intentan perder peso y te lo explicamos a continuación.
1-Niveles elevados de estrés
Aunque el estrés afecta a cada persona de una manera diferente, el hecho de vivir en este tipo de estado de forma constante no ayuda a que puedas alcanzar los objetivos que te has propuesto. Por ejemplo, los niveles elevados de estrés que son bastante comunes por estos tiempos, no solo influyen en el metabolismo, también llegan a desencadenar patrones de comportamiento para nada sanos. Como el buscar alimentos reconfortantes o saltarse la asistencia al gimnasio.
Todo esto perjudica tu salud a largo plazo y es allí donde se hace fundamental buscar estrategias para relajarse y encontrar un equilibrio. Una de las opciones más conocidas es la práctica de la meditación, también puede intentar tomar un descanso al caminar al aire libre. Realizar algún pasatiempo que le agrade, escribir acerca de sus sentimientos e incluir el aroma de la lavanda, que es conocido por su efecto relajante.
2-Consumo de alcohol
Cuando se trata de mantener un estilo de vida más saludable, el hecho de reducir la ingesta de bebidas alcohólicas es un punto a favor. Aunque perder peso no tiene por qué significar eliminar este tipo de bebidas de tu vida, si es bastante fácil que puedas exagerar sin darte cuenta en la cantidad de calorías que consume.
Es decir, que si toma buenas decisiones a lo largo del día, pero termina con varios tragos durante la noche y de forma recurrente, lo más probable es que deshaga todo el esfuerzo invertido. Para muchos, una buena opción es crear un diario de alimentos en donde pueda registrar los productos y las bebidas. De esta manera tendrán una idea de cuántas calorías consume a diario y con ello pueda ayudarlo a encontrar un equilibrio saludable.
3-No moverse con regularidad
Se trata de un aspecto bastante obvio, pues es fundamental que realices algún tipo de actividad física de forma frecuente. Ya que el ejercicio regular, sumado a la calidad en la alimentación son claves para el control del peso a largo plazo. No solo se habla de acudir al gimnasio y que deba recorrer 5 millas por día. Es encontrar aquella actividad que le interese, que disfrute hacer y se acomode a su horario. Cualquier forma de movimiento cuenta a la hora de alejarse de un estilo de vida sedentario y siempre que sea constante en ello. Un ejemplo es el baile, salir a caminar con tu mascota o amigos, la natación, en entrenamiento HIIT, etc.
4-No buscar apoyo
Aunque la pérdida de peso es un proyecto personal, no significa que deba hacerlo en solitario. El tener un equipo en que apoyarse ayuda bastante a mantenerse en el camino, ya sea a través de entrenadores, los amigos o familiares. Intenta pedirle a tu pareja que se una a ti para tomar decisiones más saludables a la hora de asistir al supermercado. También el planificar entrenamientos virtuales regulares con un amigo que se encuentra a larga distancia y el celebrar de alguna manera cada progreso que se tenga.