Existen muchas fórmulas para evitar subir de peso, desde comer 5 veces al días, incorporar suficientes vegetales en tu dieta, beber 2 litros de agua al día hasta medir tus porciones con la plama de tu mano. Sin alguna duda pueden funcionar pues son prácticas sanas que le ayudan a tu metabolismo.
Sin embargo ¿qué pasaría si te dijera que lo que comes no es lo que realmente está causando el aumento de peso? Más bien son los horarios en los que comes. Así mismo como lo lees. Puedes consumir un plato de spaguettis a la boloñesa y te va a aportar la misma cantidad de calorías en el horario en que las comas. El factor principal a tener en cuenta es nuestro metabolismo.
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Algunos especialistas afirman que los horarios de alimentación son importantes si deseas adelgazar. Tal vez te ha pasado que eliges alimentos lo más sanos posibles, pero aún así sigues subiendo de peso. Es más probable que tus elecciones alimenticias sean peores si tus horarios de comidas están descontrolados.
Los científicos llevan varios años advirtiendo que los horarios de las comidas son determinantes en las estrategias de adelgazamiento. Por mucho que te esfuerces por elegir alimentos sanos engordaras más, si los consumes justo antes de acostarte pero, además, es más es necesario fijar horarios para tomar las comidas.
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Los investigadores del Instituto Salk para los Estudios Biológicos de San Diego llevan varios años investigando en ratones el impacto de las restricciones horarias en la dieta y sus conclusiones están siendo clarificadoras. En un primer experimento formaron dos grupos de ratones: unos tenían acceso a una dieta rica en grasas durante todo el día y otros podían acceder a la misma comida, pero sólo durante una franja de ocho horas. Ningún ratón hacía ejercicio, pero los ratones que podían comer a todas horas pronto se volvieron gordos y enfermos, con síntomas de diabetes. Los del otro grupo, sin embargo, ganaron muy poco peso y no desarrollaron problemas metabólicos. Este estudio se publicó en 2012.
Mismas calorías, distintos horarios
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En una nueva entrega, publicada al igual que el anterior experimento en la revista Cell Metabolism, los investigadores han decidido complicar las variables. En esta ocasión han formado cuatro grupos de ratones, con cuatro dietas: una rica en grasas, otra rica en fructosa, otra rica en grasas y fructosa y otra con pienso para ratones convencional. Algunos de los ratones de cada grupo pudieron comer sin restricciones y otros sólo podían acceder a la comida en periodos de 9, 12 o 15 horas. Ahora bien, el número total de calorías ingeridas fue el mismo para todos los ratones.
