La tinga de pollo es una de las recetas más típicas de la comida mexicana originaria del estado de Puebla, la cual comúnmente forma parte de los guisos en las cazuelas de las fiestas patrias, ideales para cocinar pollo, carne de ternera o de cerdo deshebrado en una versión picosa y crujiente.
Esta receta se prepara de forma muy sencilla para un día que te saque de apuro y quieras de algo muy rico, puedes acompañarlas con frijoles, un poco de queso rallado y una salsa verde picante comiéndolas simplemente en tacos de maíz, tostadas o en galletas de sal para tener listos como perfectos aperitivos para alguna fiesta o reunión o disfrutar en cualquier momento del día.
Existen dos formas de preparar la tinga, la primera es hacer un sofrito de cebolla en juliana, tomate en cubos pequeños y chile chipotle entero o en cuadros para después agregar el ingrediente principal a utilizar, la otra versión consiste en triturar el tomate y el chile para realizar una salsa sofreído en aceite junto con la cebolla en juliana y por último agregar la carne, esta por lo tanto tiene una apariencia más caldosa y es la que te voy a enseñar a hacer hoy.
Ingredientes:
Esta cantidad de ingredientes son exactamente medidos para 4 personas.
- 1 pechuga de pollo.
- 4 jitomates.
- 1 diente de ajo.
- ¼ de taza de agua.
- 3 chiles chipotles adobados.
- 3 cucharadas de aceite de oliva extra virgen.
- Sal al gusto.
- Pimienta negra recién molida al gusto.
- 4 cebollas.
- 1 cucharada de orégano.
- 12 tostadas de maíz.
- 2 tazas de frijol negro refrito.
- 1 hoja de laurel.
- Lechuga fresca.
- Crema de leche.
- Queso rallado.
- Aguacate maduro.
- Cilantro fresco picado.
- Salsa de tu preferencia, puede ser picante.
Preparación:
- Inicia cocinando la pechuga de pollo en una olla con suficiente agua junto con la hoja de laurel y los cuatro jitomates, maten el fuego a medio alto y tapa la olla.
- En cuanto los jitomates estén bien cocidos, retíralos de la olla y deja que la pechuga de pollo se siga cociendo.
- Mientras tanto coloca los jitomates cocinados, el diente de ajo y tres chiles chipotles adobados en el vaso de la licuadora para licuarlos muy bien.
- Puedes añadirle un poco de caldo del pollo o un cuarto de taza a la mezcla en caso de que esta quede muy espesa. Pasa por un colador la mezcla recién hecha y reserva para utilizar más adelante.
- Cuando la pechuga de pollo ya esté cocinada saca de la olla y con ayuda de dos tenedores comienza a deshebrar, o en su defecto puedes hacerlo con los dedos de las manos para desmenuzar. Reserva en un recipiente para usar más adelante.
- Por otro lado, calienta en una sartén antiadherente un chorrito de aceite vegetal o las tres cucharadas a fuego medio bajo para posteriormente freír la cebollas cabezonas blancas, recuerda que estas previamente deben estar cortadas en julianas y bien lavadas.
- Deja que la cebolla adquiera un color transparentoso sin que se frían demasiado, después agrega el pollo, la cuchara de orégano y el caldo o puré de jitomate con chipotle que preparaste con anterioridad.
- Revuelve con una cucharada de palo espera cinco minutos para que hierva esta mezcla, luego sazona con un poco de sal y pimienta negra recién molida al gusto.
- Recalienta las dos tazas de frijoles negros en otra sartén a fuego medio bajo con un poco de cebolla picada y aceite o manteca de cerdo. Mientras tanto machúcalos con un machacador ya sea de metal o madera hasta formar una pasta muy fina.
- Mezcla muy bien con las cebollas doradas hasta obtener un puré suave y espeso. Prueba sazón para saber si necesita sal y sirve.
- Finalmente, unta las doce tostadas de maíz preferiblemente con los fríjoles, luego agrega la tinga, un poco de lechuga fresca, cilantro picado, rodajas de aguacate maduro, la crema de leche, queso rallado y salsa de tu preferencia que más te guste. Disfruta de estas deliciosas tostadas de tinga de pollo en familia.
La tinga de pollo es un platillo poblano que deleita a cualquiera ya que tiene un sabor intenso y memorable que representa una gran experiencia en la mesa, además de su versatilidad porque se puede acompañar como un plato fuerte con un poco de ensalada, en tostadas en tacos, en cemitas o hasta versiones veganas con zanahorias o setas que no tienen que envidiarle nada a la receta tradicional.