Como ya hemos mencionado en repetidas ocasiones, el pollo es una de las carnes más saludables, pues es bajo en grasas, contiene proteína y diferentes vitaminas, asi como minerales, que lo hacen una opción saludable de incluir en la alimentación.
Recordemos que es realmente versátil, se puede preparar infinidad de recetas con diferentes partes, por ejemplo: en ensaladas, en salteados de verduras, apanados, a la plancha, al horno, rellenos, en sandwichs, tacos, en mezclas de arroz, con salsas agridulces, en forma de hamburguesas, con quinoa, etc.
Beneficios de la pechuga de pollo
La pechuga es el corte magro de carne extraída del músculo pectoral que se encuentra en la parte inferior del pollo. Es una de las partes más saludables, ya que su contenido en grasa es mínimo al retirarse la piel, es una excelente fuente de proteína magra, de vitamina B, vitamina D, calcio, hierro, zinc. Por lo que su consumo ayuda a mantener la masa muscular y tener un metabolismo saludable.
Además una dieta alta en proteínas permite proteger los huesos, regular el apetito, por lo que se mantendrá lleno por más tiempo y favorece la pérdida de peso. Proporciona energía, regula la digestión, el colesterol, la presión arterial alta, se dice que contribuye a disminuir el riesgo de padecer cáncer. Gracias al contenido en aminoácidos ayuda a relajar el cuerpo, para mejorar el estado de ánimo y combatir el estrés.
Receta de pollo cheddar
En esta ocasión tenemos una receta sencilla, pero deliciosa a la hora de la cena o del almuerzo, que será del gusto familiar. Pues contiene pollo, queso y una buena salsa, ideal para variar el menú de la semana.
Cuenta con un tiempo total de 50 minutos y rinde para alrededor de 7 porciones. Además es ideal para conservar, ya que solo es necesario formar el pollo con los ingredientes de la receta y en lugar de hornear, colocar en un recipiente cubrir y congelar, luego cuando esté listo para usarlo en alguna comida, debe sacarlo a temperatura ambiente para eliminar el hielo y poder cocinar.
En cuanto a la salsa, lo mejor es prepararla fresca, algunos minutos antes de servir y puede acompañar la receta con lo que más le guste. Aunque recuerde que el plato debe ser balanceado, por lo que una porción de verdura es una buena opción.
Ingredientes
Para el pollo
- 4 pechugas de pollo grandes
- 1 cucharada de perejil seco
- 1/2 taza de leche
- 1 taza de queso cheddar rallado
- 1 taza de galletas
- Sal y pimienta
Para la salsa
- 10 onzas de crema de pollo
- 2 cucharadas de crema agria
- 2 cucharadas de mantequilla
Preparación
- Agregar a un procesador de alimentos las galletas para que se conviertan en migas, luego vaciarla en un recipiente y agregar sal con pimienta. En otros dos recipientes verter la leche y el queso.
- Cortar cada pechuga de pollo en trozos grandes y sumergir cada porción en la leche, luego en el queso y por último pasar por el tazón con las migas de pan, presionando con la mano, aunque no importan si se cae un poco el queso, al estar en el calor se adhiere perfectamente.
- Rociar aceite en aerosol sobre una bandeja para horno, seguidamente colocar el pollo, espolvorear perejil seco y cubrir con papel aluminio para hornear a 400° por 35 minutos.
- Pasado el tiempo retirar el papel y seguir horneando por 10 minutos más, hasta que los bordes del pollo estén dorados y se vean crujientes.
- Para obtener la salsa que acompaña a nuestro plato, solo debes mezclar en una sartén la crema de pollo, la crema agria y la mantequilla, revolver a fuego medio- alto, hasta que esté bien caliente y se pueda servir sobre el pollo.