Las propiedades del tomate lo convierten en un excelente tónico facial. Refresca, hidrata y ayuda a eliminar las impurezas y los puntos negros que aparecen en el cutis graso. Con él se puede hacer una mascarilla limpiadora muy efectiva, de forma casera y con un procedimiento muy sencillo. Los radicales libres presentes en el tomate ayudan a estimular la producción de colágeno y sus múltiples propiedades te ayudan a mantener la piel firme y elástica, retrasando con ello la aparición de las primeras marcas de expresión. Vamos a ver a continuación cómo hacer una mascarilla limpiadora para el cutis graso
Todo depende de la piel que tengas si es muy seca, los resultados se suelen ver antes y podrás aplicarte la mascarilla de tomate dos veces a la semana.
Ingredientes:
- Dos tomates
- Dos cucharadas de azúcar
- Una cucharada de zumo de limón.
Preparación:
Tritura bien los tomates (sin su piel) y añade la cucharada de zumo de limón y las dos de azúcar. Incluso puedes licuar hasta conseguir una pasta, si presientes que puede quedarte demasiado líquida, no emplees las semillas.
Una vez que la mascarilla está lista, simplemente tendrás que untarla sobre tu rostro o zona donde quieras combatir el acné. No sin antes limpiar tu rostro con agua tibia y secarlo suavemente. De esta forma abrirás los poros y lograrás un efecto más profundo durante el tratamiento.
Deja actuar durante unos 15 minutos antes de retirar y aplica, al menos, tres veces por semana, durante la noche ya que posee limón que tiene propiedades aclarantes que con el sol se potencian. Si notas que tu piel se reseca reduce la aplicación a un día a la semana.
