Retrasar los signos del envejecimiento es posible sin la necesidad de acudir a un médico, ya sea para realizar cirugías o inyectar sustancias para disminuir esas molestas arrugas. Es por eso que través de métodos caseros se pueden disminuir y mejorar el aspecto del rostro sin necesidad de realizar procedimientos invasivos. Que en muchas ocasiones no tienen los resultados esperados.
Las mascarillas caseras son una excelente opción para el rostro, ya que aparte de nutrir, muchas de ellas tienen efectos similares al los del botox, pero sin efectos secundarios. Entonces es posible lograr los efectos esperados utilizando remedios naturales, pero debe ser de forma constante.
En el articulo de hoy ofrecemos una mascarilla con pocos ingredientes y fácil de preparar, pero con grandes beneficiosos para la salud de nuestra piel. Entre los productos a utilizar, encontramos el anís estrellado, el cual un alimento originario de china, conocido por sus propiedades en la cocina, la belleza y la medicina natural.
Beneficios del anís estrellado para nuestra piel
Se dice que el anís, conocido como Illicium Verum presenta en sus semillas aceites y taninos que ayudan a tensar los músculos, mejorando la piel manteniéndola firme. Por ejemplo cuando se toma en infusión permite que el cuerpo entre en un estado de relajación. Para que los músculos descansen, también cuando se aplica de forma tópica produce relajación muscular, pero sin entumecer.
Otro de sus beneficios es promover la producción natural de colágeno necesario para disminuir las arrugas o líneas de expresión del rostro. A parte de regenerar la piel, proporciona elasticidad y firmeza a la vez. Su contenido en antioxidantes ayuda a combatir los radicales libres para proteger la piel, iluminar, disminuir la irritación y las líneas, al ser aplicado de forma externa.
Cómo lograr una piel más joven
Como el ingrediente estrella es el anís y sus propiedades descritas favorecen el cuerpo y la apariencia de la piel. Esta mascarilla es la solución perfecta para reducir al máximo las líneas de expresión de forma efectiva, económica y natural. Así que para aquellos que no desean procedimientos quirúrgicos en su rostro, esta es la forma natural de aplicar un producto con efecto de botox indispensable en tu rutina de belleza.
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Ingredientes
- Una cucharada de miel de abejas natural
- Una yema de huevo
- Dos cucharaditas de polvo de anís
- Un molinillo o mortero
- Plástico
- Tazón pequeño
- Un pincel para rostro limpio
Preparación
- Para iniciar debe agregar al tazón la yema de huevo, la miel, el anís en polvo y mezclar bien hasta lograr una consistencia parecida a la del yogurt, es decir uniforme, pero con un poco de textura.
- Lavar el rostro como de costumbre sin dejar rastro de maquillaje o suciedad, luego aplicar la mezcla preparada con anterioridad con un pincel evitando la zona de labios, fosas nasales y ojos.
- Después de aplicada, colocar el plástico en el rostro, previamente debe cortarlo en forma de máscara para facilitar la comodidad. Dejar actuar por 30 minutos, seguidamente enjuagar con agua.
- Se debe aplicar 3 veces a la semana, con resultados en la segunda semana, ya que sentirá la piel más suave, lisa, y las líneas se van volviendo más finas con el pasar del tiempo.
Recomendaciones
No debe aplicarse esta mascarilla facial en personas con la piel sensible, irritada o con heridas abiertas, ya que puede empeorar bastante el problema. Tampoco debe aplicarse en personas con eccema o con alergia a cualquiera de los ingredientes mencionados para la preparación de la mascarilla.
Aceite de anís
También puede usar aceite esencial de anís, contiene las más propiedades y es fácil de aplicar. Pero debe ser combinado con otro aceite portador de acuerdo al tipo de piel. De esta manera evitamos irritaciones, ya que los aceites esenciales por sí solos son fuertes, además al combinarse con otro mejoran sus propiedades.
Para aprovechar sus beneficios en el rostro, basta con frotar 4 gotas en las manos para calentarlo, luego aplicarlo en la zona de las arrugas con las manos y rostro limpio. Aplicarlo en la noche hasta lavar la cara al dia siguiente.
