Cómo cuidar y cultivar fresas en macetas

Las fruta hace un parte de una dieta saludable, puesto que son ricas en vitaminas y minerales como hierro, calcio, vitamina A, B, C y D y ácido fólico, que ayudan a promover la buena salud, fortaleciendo el sistema inmunológico, protegiendo el cuerpo contra enfermedades.

Y si hablamos específicamente de la fresa, estas tienen antioxidantes y fibra que ayudan a mantener el intestino saludable, además son deliciosas. ¿Te imaginas poder cultivarlas en tu casa? Pues sí es posible hacerlo y de hecho, también puedes hacerlo en materas, que resulta muy sencillo y práctico. En este artículo, te enseñaremos cómo cuidar y cultivar fresas en macetas.

Las ventajas de cultivar fresas en macetas

Los fresas son de las frutas preferidas en el hogar, desde los más pequeños hasta los grandes, disfrutan de su sabor único. Son fuente de Vitamina E y son beneficiosas para la salud. A muchas mujeres, nos suena la idea de poder cultivarlas en casa, y lo primero que se nos viene a la mente, es que no tenemos el espacio necesario o suficiente sol para poder cultivar árboles frutales, pero la buena noticia, es que son lo suficientemente pequeñas para poder plantarlas en macetas.

Son de esas frutas, que resultan una gran alternativa para cultivar donde hay poco espacio y mantenerlas en recipientes. Esto hace que su cultivo sea más fácil, y entre otras cosas, es que podemos protegerlas de plagas como babosas o escarabajos.

Limpia el ambiente

De hecho puede tener muchos más beneficios, más de los que te imaginas, una planta de fresa en el interior o en el jardín puede ayudar a mantener limpio el ambiente y la circulación del aire, previniendo enfermedades. A continuación, te dejamos un paso a paso para que puedas cultivar tus fresas en macetas y puedas dejarlas ya sea al interior, en una terraza o en tu jardín, además de un patio o balcón, de esta manera vas a poder vigilar las fresas mucho mejor y cuidarlas sin ningún inconveniente, toma nota.

Cómo cultivar fresas en macetas

Elegir la maceta

Las fresas se pueden adaptar a una variedad de contenedores, por ejemplo unas de 6 a 8 pulgadas de ancho y no mucha profundidad, seria el tamaño ideal. Respecto al material, puede ser en madera, plástico o arcilla. La decisión la tomas dependiendo si vas a usar una cesta colgante o en el suelo.

Elige el tipo de fresa.

Hay 3 tipos de fresa principales para cultivar. La primera es la Everbearing, que tiende a producir fresas en 2 o 3 oleadas, durante la época de verano, lo que quiere decir que tendrá una temporada será de crecimiento más larga para disfrutar de estas frutas.

Como segunda opción, tenemos las fresas de junio, que producen una oleada de frutos en la temporada de primavera, pero sólo una vez durante la época de crecimiento. Una de sus características es que puede proporcionar la cosecha más abundante.

Como tercera opción, están las fresas de variedades de día neutro, que produce una cosecha continúa pero es más pequeña, sin embargo cuando las temperaturas superan los 35 grados, los frutos se producen de manera constante.

Plantación

Las fresas se pueden cultivar a partir de esqueje o semillas. Si eliges cultivar por esqueje o estolón de otra planta, puede tener mayor éxito el cultivo, en cambio si lo haces por semillas, tendrás que saber que llevará más tiempo.

Rellenar la maceta

Cuando ya tengas la manteca lista, llénala con tierra mezclada que ayude a retener agua y garantiza un buen sistema de drenaje, para evitar que las raíces se pudran. El sustrato para las fresas deberá tener de 2,5 a 4 litros de sustrato por planta, para un desarrollo óptimo. Coloca sobre la tierra las plantas o semillas.

Otra manera de cultivo, es trasplantar fresas a una maceta, a través de un agujero profundo y luego las cubres con tierra y la riega.

Ubica la maceta

Ubica el contenedor en un sitio que haya mucha luz y déjala por lo menos 8 horas al día con sol,  para una buena producción de la fruta. Puedes dejarla en uba terraza o jardín, como también colgada.

Cuidados

Respecto al riego hazlo cada vez que sea necesario, para que la tierra y raíces se mantengan uniformemente húmedas.

Puedes utilizar fertilizante líquido alto en potasio, una vez o cada 15 días al mes, para nutrir la planta. Hazlo desde los fines de la época de primavera hasta el verano. Trata de cepillar los gránulos de las hojas, después de la aplicación de fertilizante.

Por tratarse de una fruta exquisita, debemos proteger de enfermedades y plagas, cuando las frutas ya comienzan a desarrollarse, vas a empezar a retirar hierba mala o maleza y opta por plaguicidas naturales.

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