Rutina para ganar flexibilidad de pies a cabeza

Mantener una vida saludable con ejercicios trae muchos beneficios para nuestro cuerpo y practicar la flexibilidad es uno de ellos, pues va a mejorar nuestra postura 100% además de reducir considerablemente dolores, cumple un papel clave para prevenir las lesiones musculares, además de ser buena terapia para esos días en los que estamos muy tensos o con estrés. Así que si conservas un musculo el cual está siempre relajado estarás libre de tener tensiones y lo podrás contraer más rápido desarrollando más tu fuerza, debido a que gran parte de los dolores son producidos por contraer muy seguido el musculo al no tener la energía suficiente para desarrollar la misma actividad por ende el sedentarismo también incide negativamente en la movilidad de las articulaciones.

Pero entonces, ¿en qué se diferencia la elasticidad vs. la flexibilidad?, la diferencia entre estas dos es que la elasticidad es cuando los tendones, el musculo y los ligamentos pueden alongarse, en cambio la flexibilidad es cuando una articulación puede desplazarse a una distancia prudente para mover nuestros músculos. Entonces si tienes buena flexibilidad más movimiento le daremos a nuestros músculos y articulaciones, por esta razón es importante “calentar” antes de realizar cualquier entrenamiento o actividad física.

Ejercicios de flexibilidad y elasticidad:

Existen tres tipos de flexibilidad: la estática que se ejecuta ocupando la misma postura para lograr una gran amplitud articular que es cuando se tuerce la espalda, se trabajan las lumbares o los isquiotibiales; y la dinámica que es cuando puedes efectuar la amplitud articular con varios movimientos suaves y en secuencia un ejemplo de ella son las caminadas en estocadas, cuello arriba y hacia abajo, rotación de hombros, elevación de brazos de forma alterna, rotación de cintura, etc., y la flexibilidad asistida o pasiva, donde se utiliza más para personas que tuvieron una cirugía o alguna parálisis y están en recuperación con ayuda de una persona o maquina que proporcione fuerza desde afuera. Para realizar estos ejercicios debes controlar la respiración y tener paciencia para lograr tu objetivo de ser flexible.

– Ejercicio 1:

  1. Siéntate encima de una colchoneta.
  2. Estira la pierna izquierda hacia atrás.
  3. Flexiona la pierna derecha.
  4. Mantén el torso derecho.
  5. Con la mirada hacia el frente.
  6. Quédate así por unos 30 segundos.
  7. Después gira tu tronco hacia el lado y luego hacia el otro.
  8. Repite este ejercicio con las otras dos piernas.

– Ejercicio 2:

  1. Siéntate encima de una colchoneta.
  2. Estira la pierna derecha hacia al frente.
  3. Flexiona la pierna izquierda hacia atrás.
  4. Inclínate un poco hacia al frente.
  5. Apóyate con los brazos en el piso.
  6. Mantente así 30 segundos.

– Ejercicio 3:

  1. Nuevamente debes sentarte conservando un ángulo de 45 grados.
  2. Ten la espalda recta.
  3. Estira las dos piernas.
  4. Con las manos agárrate de tu pierna por debajo.
  5. Sube la perna izquierda un poco mientras la otra permanece en el suelo.
  6. Flexiona la ante pierna y luego vuélvela a estirar.
  7. Hazlo durante 30 segundos.
  8. Repite este ejercicio con la otra pierna.

– Ejercicio 4:

Este ejercicio es parecido al anterior pero con más tensión.

  1. Siéntate en un lugar cómodo.
  2. Ten la espalda recta.
  3. Estira las dos piernas.
  4. Con las manos agarra tu tobillo por debajo.
  5. Flexiona lo más que puedas la ante pierna derecha.
  6. Hazlo durante 30 segundos.
  7. Repite este ejercicio con la otra pierna.

– Ejercicio 5:

  1. Siéntate con la espalda recta.
  2. Pon las piernas tipo mariposa.
  3. Trata de bajar las rodillas hasta el piso.
  4. Coloca tus manos en el centro de tus pies.
  5. Respira profundo y quédate así por otros 30 segundos.
  6. Realiza este ejercicio 3 veces.

– Ejercicio 7:

  1. Párate derecho con las piernas y pies pegados mirando hacia al frente.
  2. Flexiona tu cadera.
  3. Trata de tocar con tus brazos la punta de tus pies.
  4. Si quieres también puedes abrir un poco las piernas al mismo nacho de tus hombros o más.
  5. Debes estar así unos 40 segundos.

– Ejercicio 8:

  1. Acuéstate boca arriba en un base plana.
  2. Sube los pies lentamente tratando de estar estirados hasta la parte de arriba de la cabeza.
  3. Deja los brazos en el piso.
  4. Respira profundo y quédate en esta posición por 20 segundos.
  5. Luego nuevamente bájalos a la posición suavemente.
  6. Debes hacer este estiramiento unas 5 veces.

En conclusión, si practicas a diario la flexibilidad no vas a tener problemas de una mala coordinación en tus músculos, incluso si ya eres mayor de edad por lo que no tendrás caídas y te da la posibilidad de mover por completo todas tus articulaciones. Lo anterior porque a medida que van pasando los años las fibras pierden colágeno y se vuelven más rígidas. Te beneficiarás en ser una persona más activa, ágil y productiva estando menos propenso a lesiones.

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