El romero (salvia rosmarinus) es un arbusto aromático perteneciente a la familia Lamiaceae, nativa de la región mediterránea. Su uso es común en la cocina, esto es gracias al agradable olor y sabor que le aporta a diferentes alimentos, ya sea fresco o seco. También se le relaciona con beneficios para la salud, por ejemplo, para mejorar la función cerebral, estimular el crecimiento del cabello, mejorar la circulación y ayudar con el estado de ánimo.
Sin duda, son bastantes las ventajas de tener una planta de romero en casa, pero ¿cómo lograr que sobreviva?, aquí te contaremos acerca de algunos trucos o consejos básicos para plantar romero en una maceta con éxito.
Cómo plantar romero en una maceta
1- Elegir la maceta adecuada
Lo ideal es cultivar el romero en una maceta que tenga un diámetro de al menos 30 centímetros, de esta manera existirá suficiente espacio para que las raíces crezcan. También asegúrate que cuente con orificios para drenaje, pues en los suelos empapados o mal drenados se pudrirá. Después, utiliza una mezcla para macetas comercial de buena calidad, por ejemplo, con ingredientes como la corteza fina de pino, turba con vermiculita o perlita.
Esta planta como en la mayoría de aromáticas, es sensible a la pudrición de las raíces, por lo que necesitas una tierra que no se apelmace o compacte con los riegos, que no se encharque o retenga demasiada humedad.
2- Empezar con una pequeña planta
Para que el proceso sea sencillo, lo mejor es iniciar con una pequeña planta del vivero o centro de jardinería, ya que cultivar romero a partir de semillas es un poco más complejo. Una vez tengas el romero, plántalo a la misma profundidad que en el recipiente, si está muy profundo podría llegar a sofocar la planta.
3- Buscar el lugar indicado
Se trata de una planta que necesita mucho sol o luz natural para lograr desarrollarse correctamente. Los síntomas por falsa de sol serían hojas que se caen prematuramente y el crecimiento también se detiene. Además, a simple vista la planta se ve desmejorada o crece de un color verde muy claro, recordemos que su color es verde oscuro.
El romero es una planta que puede prosperar en un sitio soleado como el patio o porche, no es resistente al frío, así que llévala al interior antes de la primera helada en otoño. Si no deseas cultivar romero en interiores, puedes cultivarla como planta anual y comenzar con una nueva en cada primavera.
4- Prestar atención a la frecuencia del riego
El riego adecuado es clave para que cualquier planta en maceta pueda sobrevivir. Un truco para determinar si el romero necesita agua es introducir los dedos en la tierra, si a los 3-5 cm de profundidad el suelo se siente seco, es momento de regar, dejando que se drene libremente, no permitas que la maceta permanezca en el agua.
Como son plantas que en la naturaleza están acostumbradas a períodos de sequía, no debes regar demasiado, la recomendación es dejar secar la tierra entre riego y riego, así te aseguras de no exceder la cantidad de agua.
5- No olvidar podar la planta
Algo importante para evitar que la planta se muera es prestar atención a la manera en que la podas. Es cierto que es vital podar las puntas de crecimiento, pero nunca debes hacerlo a más de una tercera parte del tamaño. Es decir, si la planta de romero que tienes mide 60 centímetros, entonces vas a podar 20 centímetros o menos.
6- Tener cuidado con el fertilizante
Por lo general, el romero en macetas no requiere de este producto. Sin embargo, puedes usarlo, en especial si la planta tiene un color verde muy pálido o el crecimiento se atrofia. Se debe tener mucho cuidado de no exagerar, ya que puedes dañar la planta, usar poco siempre será la mejor opción. Tampoco olvides aplicarlo a la tierra, no a las hojas y agregar agua después, aunque lo ideal es abonar con materia orgánica o abonos orgánicos.
Las plantas aromáticas casi no se abonan porque pierden aceites esenciales, aroma y pueden llegar a quemarse con facilidad debido a los químicos. La razón de hojas amarillas y que se caen, son exceso de agua y mala tierra.
