El ajo y la miel son dos ingredientes bastante utilizados para aliviar diferentes malestares en nuestro cuerpo, a través de remedios naturales. También se utilizan para proporcionar sabor a nuestras recetas de cocina y así lograr platos deliciosos.
Pero todo su protagonismo se debe a sus diferentes propiedades que benefician la salud en general. Por ejemplo el ajo contiene alicina, oxígeno, azufre y otras sustancias que le permiten ser un gran antibacteriano.
Por su parte la miel es una buena fuente de antioxidantes llamados flavonoides y polifenoles, que ayudan a combatir la inflamación y enrojecimiento. También es un ingrediente antibacteriano, antiviral y antifúngico.
Beneficios del ajo y la miel
Su uso tienen muchos aspectos positivos para nuestro cuerpo, tanto en conjunto como de forma individual, por ello desde años atrás se han venido utilizando como alternativa casera para tratar diferentes situaciones de salud. Veamos a continuación cuales son sus principales beneficios.
1-Es antiviral y antibacteriano
Algunas tipos de miel puede ayudar a tratar y prevenir la aparición de enfermedades causadas por virus. Por ejemplo en un estudio se demostró que la miel de Manuka ayuda a detener el crecimiento del virus que causa la gripe.
También se afirma que el ajo y la miel de tazma logran detener el crecimiento de algunos tipos de bacterias causantes de neumonía e intoxicación alimentaria, tanto solos como en conjunto, resultando más efectiva la combinación. Aunque todavía hacen falta más estudios para cerciorarse de su efectividad.
2-Mejora la salud del corazón
De acuerdo con varios estudios se dice que el ajo ayuda a mejorar la salud de nuestro corazón al bajar la presión arterial alta, el colesterol alto y prevenir demasiada coagulación de la sangre. Su contenido en azufre ayuda a proteger los músculos del corazón y lograr que los vasos sanguíneos sean más elásticos.
3-Ayuda con la memoria y la salud cerebral
Estos dos ingredientes tienen propiedades antioxidantes que ayudan a fortalecer el sistema inmunológico, proteger el cerebro de los daños causados por el envejecimiento y así prevenir la aparición de diferentes enfermedades como la demencia y el alzheimer. Mejorando la memoria y la concentración.
Cómo usar ajo y miel
La miel pura se puede usar para el tratamiento de la tos, los resfriados y el dolor de garganta. Por ejemplo el uso de miel de cítricos, miel de eucalipto y miel de labiatae sirve para la tos, en cuanto a los síntomas de la gripe y el resfriado puede tomar una cucharada de miel natural o agregarla a los té de hierbas. También sirve para aplicar en la piel y ayudar con las irritaciones, erupciones alérgicas y brotes de acné.
En cuanto al ajo se debe usar picado o machacado ya que así preserva todas sus propiedades para incluirse en las comidas. Por ejemplo:
Aderezo para ensaladas: Usar aceite de oliva, vinagre balsámico, hierbas secas, ajo recién picado, miel pura. Luego mezclar en un frasco limpio y agitar bien para disfrutar.
Adobo para carnes: Mezclar ajo recién picado, miel, salsa de soya baja en sodio, aceite de oliva, hierbas frescas o secas. Luego combinar con el pollo o el pescado y dejar reposar en la nevera por una hora.
Posibles efectos del ajo y la miel
Algunos compuestos del ajo y la miel pueden tener efectos perjudiciales para la salud de las personas, por lo que se recomienda hablar con el médico si desea consumir un suplemento a base de ellos. Entre las reacciones que se pueden encontrar tenemos:
Problemas con el ajo: Ocasiona reacciones alérgicas en algunas personas, consumirlo en dosis altas logra diluir la sangre y aumentar el riesgo de sangrado. Es por ello que puede tener reacciones negativas con medicamentos como la aspirina, warfarina, clopidogrel.
Problemas con la miel: Su consumo en exceso puede aumentar los niveles de azúcar en la sangre en personas con diabetes, también ocasiona problemas estomacales en los bebés menores de un año. En algunas personas logra desencadenar reacciones alérgicas que incluyen: tos, hinchazón de la cara o la garganta, mareo, náuseas, debilidad, reacciones cutáneas y ritmos cardíacos irregulares.