Los tintes de cabello claros siempre logran ese efecto mágico de resaltar el rostro de manera natural dejando un efecto positivo en nuestra confianza dependiendo la calidez y brillo del color según el tono de piel, por eso estos ejemplos que te muestro a continuación son específicamente para aquellas mujeres que no les gusta o les gustaría tener un rubio, pero sí un tinte que aporte iluminación. Para mantener este tipo de tintes, te recomiendo hidratar el cabello con acondicionador después del champú junto con una mascarilla una vez a la semana para lucir una melena saludable protegiendo del sol muy agresivo o aparatos de calor para evitar puntas quebradizas y secas.
1- Tinte rubio medio cobrizo:
Si no te atraen los colores fantasía pero te gusta los tonos rojos, este tinte rubio medio cobrizo será tu mejor opción ya que te quedarán reflejos entre castaño y rojizo para darle a tu rostro toda la iluminación necesaria, aunque estos tintes son muy versátiles, así que podrás combinarlos con colores más oscuros si te apetece, puesto que queda perfecto para mujeres con piel blanca o morena fuertes y atrevidas poseedoras de personalidad arrolladora.
Sin embargo, este tono requiere mantenimiento con visitas cada seis u ocho semanas, así como acondicionadores para intensificar el brillo o color en casa para retocar las raíces y el cobrizo en las puntas. Especialmente si eres rubia y no quieres tener más ese tono, esta coloración puede sentarte de maravilla sin importar el tipo de cabello que tengas, pero si es castaño oscuro recuerda decolorarte antes para pasar a un color más claro para que sea más visible.
2- Tinte castaño claro dorado:
El fundido de colores es esencial para que el acabado se vea natural y para eso nada mejor que este tinte castaño claro dorado, uno de los tonos más intensos y favoritos de las latinas que se caracteriza por efecto bañado por el sol. Este tiene matices en tonos amarillos que logra resaltar los cálidos de la piel, por ello es excelente para mujeres con pieles morenas y claras que quieren ir aclarando su melena poco a poco. En caso de querer iluminar más el rostro, darle movimiento y versatilidad al cabello las mechas doradas son ideales.
3- Tinte castaño claro cenizo:
Este tono de color se logra aplicando una base castaña luminosa clara o media con algunos matices rubios dorados, platinados o grisáceos, pero eso depende del tono de la piel y gustos para diseñar un acabado perfecto según la personalidad empleando diferentes técnicas de coloración que van desde un método tradicional en bloque hasta distintos tipos de mechas, por ejemplo en esta imagen con balayage muy funcional para personas con un pelo de longitud media y tono de piel frío.
4- Tinte con reflejos vainilla:
Este es uno de los balayage más clásicos con cada vez más variedad de tonos para cabellos castaños, por ejemplo el vainilla se usa mucho para crear la técnica de babylights o mechas finitas marcadas a las que se le puede añadir mucho brillo en la parte frontal de manera más sutil si no quieres un rubio. Este tinte queda perfecto para las bases de pelo marrón, chocolate o castaño, pero lo ideal es jugar con varios tonos para teñir porciones de pelo con mucha dimensión que pueden crecer sin que haya que retocar mucho.
Por otra parte, si no quieres optar por esta técnica no hay problema, porque también se ve muy natural y favorecedor el cual sigue resultando muy sencillo de mantener, lo que hace especial este tinte vainilla es que consigue aclarar el cabello con mucha luminosidad encajando perfectamente además con la mayoría de las pieles recomendado en chicas con pelo fino y liso.
5- Tinte caramelo:
Apostar por un tinte caramelo es una alternativa triunfadora según las tendencias más prometedoras del hairstyle, pues es un tono bonito que le aporta un giro fresco a la imagen haciendo que la cabellera luzca con más brillo. Este es un resultado entre la mezcla de tonos rojizos, rubios y castaños que da como resultado un color armonioso, elegante y sofisticado. Se encuentra como uno de los más favorecedores para mujeres morenas además de quitar un par de años de encima dándole luz al rostro de manera natural.