A medida que los años pasan nos debemos cuidar aún más, ya que el cuerpo no rinde igual a como lo hacía en sus 20 años, donde podíamos realizar de todo sin mayores consecuencias a corto plazo. Pero una mala alimentación se verá reflejada en cualquier momento de la vida, por ello es importante adoptar un régimen alimentario sano. Para poder combatir las enfermedades y mejorar la calidad de vida.
Estar pendientes de nuestra salud es muy importante, sobre todo en años maduros. Por eso ofrecemos información sobre cómo debe ser la alimentación llegados los 40 y 50 años, tanto en hombres como en mujeres. Así que presta atención y empieza a cuidarte, nunca es tarde para lograrlo.
Normas básicas en un tipo de alimentación saludable
Llegado los 40, no debes consumir los mismos alimentos que comprabas en el pasado. Ya que el cuerpo y la intensidad de las actividades a realizar son diferentes, por lo que las necesidades calóricas varían. De tal modo que debes consumir alimentos enteros y menos procesados. Por ejemplo, granos integrales, frutas, verduras, proteína magra y productos lácteos bajos en grasa o de origen vegetal.
No omitir el desayuno
Es importante si o si desayunar todos los días, de esta manera obtendrás la energía necesaria para el dia. Al escoger los alimentos adecuados permitirá mejorar el proceso de digestión y se reducirá el riesgo de enfermedades. Actualmente existen excelentes opciones para desayunar delicioso, fácil, rápido y económico.
En este momento de la mañana, puedes consumir un tazón de cereal integral con leche descremada sin endulzantes y con fruta fresca como el banano, fresa, arándanos, etc. También puedes prepararte un sándwich con pan integral y huevos revueltos, pero estos deben ser elaborados con dos clara del huevo, es decir la parte transparente y una yema. Además dos rodajas de queso bajo en grasa. Este sándwich lo puedes acompañar con una porción de melón en trozos y un vaso de leche descremada.
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Incluya frutas y verduras en el almuerzo
Tanto las frutas como las verduras son bajas en calorías y aportan buenas cantidades de vitaminas y minerales, indispensables para fortalecer el sistema inmunológico. Una forma de incluir estos dos ingredientes en su alimentación del medio día, es preparar una ensalada con diferentes hojas, frutas, proteína magra como pavo, pollo, atún y frutos secos. Sin dejar de aderezar con algún tipo de vinagreta hecha en casa.
Para variar el menú de todos los días puedes realizar un salteado con vegetales al gusto, como la zanahoria, brócoli, apio, con camarones y acompañado con una porción de arroz integral, agua o un zumo natural sin azúcar.
Olvídese de la carne como un ingrediente principal
Varios estudios a nivel mundial ha confirmado que el consumo excesivo de carne aumenta el riesgo de tener distintas enfermedades, entre ellas una enfermedad cardíaca o cáncer de colon. Para evitar problemas en esta etapa de la vida, es importante que incluya carne en porciones moderadas, pocas veces a la semana y solamente sea el acompañamiento de los platos.
Es decir que los vegetales y granos integrales sean el protagonista en la preparación del almuerzo o la cena. Por ejemplo hacer unos tacos rellenos de pimientos asados, cebolla, maíz y una porción de salmón o carne desmenuzada.
Incluya meriendas saludables
Una buena forma de acabar con los antojos por golosinas, paquetes, refrescos y terminar comiendo demás, consiste en consumir dos meriendas, una en la media mañana, otra entre el almuerzo y la cena. Puedes consumir una porción de galletas de avena con mantequilla de maní, una manzana en rebanadas con pavo, un puñado de frutos secos sin azúcar o una taza de cereal integral con leche baja en grasa.