Quizás muchas veces has escuchado los beneficios de la meditación, pero aún no te motivas a realizar esta práctica. Si pasas por un momento de estrés, una crisis de ansiedad o simplemente quieres encontrar un punto de equilibrio con tu vida esta guía te servirá para empezar a meditar.
Primero debes saber que la meditación es una práctica milenaria que ha sido practicada por diferentes culturas. Sin embargo, el origen de este arte se ubica en ciertas culturas asiáticas que creían profundamente que logrando un estado de relajación profunda podrían mejorar la salud y el bienestar. Incluso mejoraría las relaciones interpersonales.
En ese sentido, si te animas a meditar debes comprender que el principio básico es la respiración. Saca de tu cabeza aquellas ideas de que debes tener tu mente completamente en blanco porque la verdad no hay nada más falso. La meditación permite que pienses pero que te concentres en un solo pensamiento hasta llegar a un punto de relajación.
Ahora bien, si vas a empezar a meditar no necesitas de mucho solamente de un espacio que te traiga tranquilidad y de un espacio de tu día donde te dediques sólo a meditar. Recuerda que la meditación no sólo mejora tu salud mental y emocional, sino que también trae beneficios a tu salud física.
Diferentes estudios han mostrado que la meditación previene el envejecimiento del cerebro, mejora la memoria y funciones cognitivas, aumenta la concentración y la capacidad de atención e incluso mejora la creatividad. Así que en definitiva la meditación es para ti.
¿Cómo empezar a meditar?
Lo primero que debes hacer es elegir un horario de tu día para meditar. En promedio puedes dedicar de 30 min a 45 min a este ejercicio, pero si tienes menos tiempo no pasa nada todo será a tu tiempo.
Te recomendamos meditar apenas te levantes o antes de dormir. Así podrás iniciar el día de la mejor manera o relajarte antes de finalizar tu jornada.
La preparación antes de la meditación
- Personaliza tu espacio para que te sientas cómoda en él. Puedes agregar algunas velas aromáticas o colocar alguna música que te relaje.
- Encuentra una posición que te sea cómoda. Muchas veces creemos que la postura genérica es la que les funciona a todas las personas, pero no es cierto. Puedes intentar posiciones tradicionales como la flor de loto, pero si no funciona puedes intentar sentada con las piernas extendidas.
- Cualquier posición que escojas debes proteger tu espalda. Mantén la columna vertebral recta y tus extremidades relajadas.
- Si decides por sentarte en el piso coloca cojines para sentarte y que no te sientas incomoda con el paso del tiempo. Si apenas estás empezando en este mundo de la meditación te recomendamos apoyar la espalda en alguna superficie para que culmines la meditación sin problema.
- Retírate todo lo que te incomode, accesorios o ropa ajustada. Siempre está lo más cómoda posible.
Durante la meditación
- Evita al máximo las distracciones. Sonidos exteriores o personas que interrumpan este momento.
- Si quieres concentrarte mucho puedes intentar con música clásica o relajante. Incluso puedes intentar con algunos sonidos naturales como la brisa o el mar.
- Puedes intentar cerrar los ojos como técnica para aislarte del mundo. Pero también puedes concentrarte en un punto fijo.
- Empieza a observar tu respiración. Inhala y exhala y comprende que partes de tu cuerpo contribuyen en este proceso.
- La técnica conocida de inhalar por la nariz y exhalar por la boca es buena estrategia. Pero puedes intentar con algunas otras técnicas de respiración, por ejemplo, intenta contar hasta 6 mientras inhalas y exhalas contando hasta 7.
- La concentración es fundamental pero no te frustres si por alguna razón te distraes un poco. Cuando pase eso sólo vuelve a observar tu respiración y comienza a ser consciente de cada parte de tu cuerpo.
- Es normal que a tu mente lleguen varios pensamientos. El día es agobiante y siempre queremos tener la solución de todo, pero cuando eso pase concéntrate en un solo pensamiento y observa siempre tu respiración.
- Cuando estés meditando comienza a ser consciente de cada parte de cuerpo. Piensa en cómo se sienten las puntas de tus dedos hasta tu cabeza durante este momento.
Recuerda que todas las personas pueden meditar, así que no te cohíbas por ninguna razón. Una vez descubras los beneficios de la meditación no querrás salir de ahí