La gelatina es de esos postres que son muy económicos, fáciles de preparar y versátiles. Ahora es posible encontrar diferentes recetas que incluyan gelatina, pero si buscas algo sencillo e igual de delicioso, esta es una opción que puede interesarte. Solo necesitarás queso crema y algunos sobres de gelatina sabor limón, sin olvidarnos de suficiente agua caliente para disolverla.
Este tipo de postres son perfectos si lo que quieres es disfrutar de una porción de gelatina con un toque diferente, también es ideal para refrescarse en un día muy caluroso, incluso sirve para compartir en una reunión familiar. Aquí está la preparación.
Receta fácil de gelatina de limón
La gelatina mosaico ha ganado bastante popularidad en muchos países gracias a su colorida apariencia. También existe una amplia variación en cómo prepararla, desde las recetas más sencillas hasta las que requieren de muchos pasos a seguir.
Por ejemplo, pueden tener una base de agua o leche, incluir uno o múltiples sabores (las más comunes son las de limón y fresa). Incluso encontrarás diseños con flores, corazones o mariposas, así como en ocasiones se usa fruta fresca.
Primer paso
- Tendrás que mezclar 2 paquetes (cada uno de 120 g) de gelatina sabor limón en 1 litro y medio de agua muy caliente.
- Una vez que la gelatina se devolvió bien, vierte el líquido en cualquier molde que tengas en casa.
- Cuando esté fría, llévala al refrigerador por toda la noche. Al siguiente día, corta la gelatina con un cuchillo de plástico o un objeto similar para que no rayes el molde. Hazlo de forma vertical y luego horizontal para obtener los cuadritos.
- Evita dejar los trozos de gelatina demasiado grandes, la recomendación es que el tamaño sea mediano.
Segundo paso
- Con tus manos limpias empieza a despegar la gelatina del molde.
- Colócalos en un molde de rosca o donde vas a dejar el postre definitivamente, después llévalos al refrigerador para que sigan manteniéndose bien fríos mientras que avanzas con los otros pasos.
Tercer paso
- Ahora vas a agregar otra gelatina de 120 g de sabor limón en medio litro de agua caliente, revolviendo para disolver.
- Agrega 1 queso crema de 8 onzas, de tipo philadelphia a la licuadora, no importa si está recién salido del refrigerador o lo dejas a temperatura ambiente por 1 hora. De hecho, si está frío se va enfriar más rápido la gelatina.
- Vierte en la licuadora la gelatina de limón y tritura muy bien con el queso crema, por alrededor de 2 minutos.
- A continuación, agrega la mezcla en el molde donde se encuentran los cuadritos de gelatina. Sin embargo, asegúrate que esté fría, ya que si se encuentra caliente los cuadritos de limón se van a derretir.
Cuarto paso
- Una vez que agregues la mezcla de gelatina y queso, mueve el molde para acomodar mejor los ingredientes.
- Lleva al refrigerador por 2 o 3 horas para que cuaje, pasado el tiempo ya podrás desmoldar con mucho cuidado.
- Al momento de desmoldar, ayúdate con tus manos limpias o una palita para despegar los bordes y la parte del centro, también puedes volver a mover un poco el molde. Después, tendrás que colocar un plato encima para darle la vuelta.
- Otro tip es salpicar agua encima de la gelatina, esto ayuda a centrarla si queda fuera del plato al desmoldar.
- Finalmente, corta en trozos la gelatina, sirve y disfruta de un bocado súper cremoso.
- Nota: el molde usado para esta receta es de una capacidad de 3 litros. Aunque no se engrasó, puedes esparcir un poco de aceite con una servilleta de papel, lo que facilitará el proceso de desmoldar.
Más sobre la gelatina
La gelatina es un producto que puedes encontrar en polvo para preparar en casa o ya lista para consumir. Está hecha de colágeno animal, una proteína que forma los tejidos conectivos, como la piel, huesos, tendones y ligamentos.
Aunque la gelatina es baja en calorías, no contiene grasa, aporta agua y proteína, se debe tener cuidado con el contenido de azúcar y colorantes, al igual que con las recetas en donde se incluya. En internet encontrarás opciones para todos los gustos, desde versiones súper sencillas para calmar los antojos por lo dulce, hasta aquellas que incluyen ingredientes más saludables.
La gelatina en sí misma puede ser beneficiosa, ya que contiene colágeno y según investigaciones esto puede tener un impacto positivo en la salud ósea y la piel. Así que, su consumo podría ser parte de una dieta equilibrada.