Nuestra glándula tiroides es la responsable del metabolismo y la producción de varias hormonas necesarias para el buen funcionamiento de nuestro cuerpo. Sin embargo al encontrarse poco activa ocasiona la aparición del hipotiroidismo y con ello el aumento de peso, que en muchos casos es bastante difícil de eliminar. Ya que no se producen suficientes hormonas causando una disminución en el ritmo metabólico y por consiguiente dificultad para mantener el peso.
Entre las posibles causas se encuentra la inflamación que deteriora las células de la glándula tiroides. Su origen también puede estar en una respuesta del sistema inmunológico, infecciones y el embarazo. Pero con el tratamiento adecuado según las indicaciones médicas y el realizar cambios en el estilo de vida se puede llegar a estimular y así mejorar su funcionamiento para facilitar la pérdida de peso.
A continuación veremos las formas en las que puede estimular la glándula para que realice su función correctamente y logremos mantener el peso adecuado.
Mejorar la alimentación
Alimentarse bien es la base para mantener el cuerpo saludable y evitar la aparición de diferentes enfermedades, entre ellas el sobrepeso. Este tipo de alimentación debe ser variado y equilibrado, por ejemplo debe incluir grasas pero saludables, así como fáciles de metabolizar como carnes magras, pescados blancos, aceite de oliva, semillas. También debe sustituir la harinas refinadas por aquellas integrales ya que disminuyen la acumulacion de grasa y azucar en la sangre.
Se deben evitar ciertos alimentos como los que contienen bociógenos que intervienen en la absorción de yodo y el mal funcionamiento de la glándula tiroides. Entre los que se encuentra el el maíz, trigo, soja, melón, naranja, rábanos, cacahuetes, las coles de Bruselas, la coliflor, brócoli.
Tener comidas pequeñas y frecuentes
Padecer de hipotiroidismo ralentiza la función de nuestro sistema digestivo por lo que es importante consumir más comidas en porciones pequeñas pero frecuentes y con nutrientes. Como las proteínas de alta calidad, los carbohidratos complejos y las grasas saludables mencionadas anteriormente. Para ayudarle en ese proceso, puede utilizar un diario de comida donde registre todos los alimentos consumidos, los nutrientes y las calorías.
Debe evitar ayunar y pasar hambre, aunque este es un síntoma bastante común cuando la glándula se encuentra debilitada, pero a diferencia de perder peso, saltarse las comidas ralentiza más el metabolismo. Es por ello que se recomienda comer en repetidas ocasiones con alimentos saciantes. También debe evitar el consumo de alimentos procesados o de producción industrial ya que su contenido en aditivos perjudican la función tiroidea.
Aumentar el consumo de agua
Para que el cuerpo funcione lo más normal posible se debe mantener hidratado, entre 2,7 a 3,7 litros de agua por día. Siendo la mejor opción para evitar las bebidas azucaradas y ayudar en la eliminación de desechos de nuestro cuerpo. A esta acción también debe sumarse el dormir bien durante la noche, alrededor de 7 a 9 horas seguidas, para que el cuerpo obtenga el descanso que se merece, ya que de lo contrario se reduce la tasa metabólica.
Realizar ejercicio frecuente
La actividad física es el complemento ideal a los consejos mencionados anteriormente para poder aumentar el metabolismo. Aunque en la mayoría de las personas con una glándula debilita se les disminuye el rendimiento físico, no debe ser excusa para poner en movimiento nuestro cuerpo.
Entre las actividades que se pueden realizar se encuentran el caminar rápido, trotar, andar en bicicleta, nadar y hacer ejercicios aeróbicos, ya que son ejercicios cardiovasculares muy efectivos. Aunque tienen mayor efecto lo que son de alta intensidad como el entrenamiento por intervalos. También es de gran ayuda el levantamiento de pesas, esto permite impulsar el metabolismo, desarrollar los músculos y quemar calorías.
