Si te encanta la cocina lo más probable es que te guste probar comida exquisita que tenga buen sabor, jugosidad y aroma. Marinar pechugas consiste en colocar el alimento en remojo, dentro de ujn líquido con diferentes especias durante un tiempo determinado. Puede ser por unas horas o hasta varios días, con el fin de que las pechugas queden más tiernas, tengan sabor o aroma. Esta técnica antiguamente era considerada un método de conservación de ciertos alimentos.
Aunque las pechugas de pollo son fáciles y rápidas de preparar, para quienes deciden comer algo ligero o están a dieta, la ausencia de grasa las puede llegar a hacer insípidas y secas. Por suerte se puede arreglar para que quede sabrosa y jugosa.
Cómo marinar pechugas de pollo
Si por estas fechas te comprometiste con un almuerzo o cena en el cual invitaste a tus amigos o familiares y quieres aprender algunos trucos de recetas fácil y prácticos que harán que tus platos sepan sabrosos, quédate leyendo este artículo porque aquí te enseñamos cómo marinar pechugas de pollo para que te queden jugosas y las compartas con tus seres queridos.
En el caso de una pechuga de pollo si es delgada y menos densa pues menos tiempo necesitará marinarse. Si deseas utilizar una parte del adobo como salsa en tu plato final, sepáralo del resto del aderezo antes de poner el pollo crudo. Hay diferentes tipos de sazonar la comida dependiendo del gusto que quieras, desde condimentar con hierbas y cítricos, una de base de jengibre y soja, hasta una marinada con cerveza y Coca Cola o yogur con especias.
Toma un litro de agua y 75 gramos de sal, sumerge el pollo durante 30 minutos, tiempo suficiente para que se hidraten y condimenten. Luego añade las hierbas que más te gusten para aportar el sabor como: pimentón, ajo en polvo, orégano, mostaza, etc.
Trucos para marinar pechugas
Si quieres echarle jugos cítricos o vinagre menos tiempo se debe dejar, ya que estos ingredientes ácidos empiezan a “cocinar” la comida y haciéndola blanda. Recuerda no reutilizar una marinada sobrante y tampoco la sirvas como salsa. Puede contener bacterias y es preferible que rocíes ya sea la pechuga, la carne o el pescado antes de que se termine de cocinar.
Otra opción es utilizar aceite de oliva extra virgen, añadir unos granos de pimienta negra, una hoja de laurel y una rama de romero. El aceite se puede reutilizar para confitar de nuevo.
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Independientemente del tiempo que dejes adobando los alimentos sean 20 minutos o más debes asegurarte de ponerlos en la nevera, no en lugares donde se concentre el calor porque esto estropeará la pechuga y sus jugos. La pechuga debe marinarse así: piezas con hueso de entre 2 a 6 horas y piezas sin hueso de entre 30 minutos a 2 horas para luego meterlas a cocción.
Agregale agua con una pizca de sal y glasea con una mezcla de salsa de soja, miel y limón. De esta forma obtendrás una pechuga de pollo jugosa. Sin necesidad de añadir una sola gota de aceite a la plancha antiadherente.
Esta receta la puedes acompañar de ensaladas, verduras, arroz blanco o champiñones si estas a dieta o te quieres cuidar en tu alimentación.
Consejos:
Otros consejos importantes a tener en cuenta son los factores que afectan al tiempo, entre estos se encuentran la temperatura. A mayor temperatura, menor tiempo de marinado. los marinados a temperatura ambiente se concluyen en menor tiempo que los refrigerados. Por otra parte, entre menos trozos de pechuga en el recipiente con el adobo, mayor absorción tendrá.
Estos consejos los puedes usar para cualquier tipo de carne, pescado, marisco, carne de res o cerdo, incluso verduras. Estos trucos convirtirán tus carnes en algo simple pero excelente para armar una gran cena.
