Sabemos que te gusta cuidarte y nuestro trabajo siempre será mantenerte informado, por eso hoy queremos compartir contigo un artículo especial sobre una proteína que, de seguro, no falta en tu dieta.
No hay cocina en donde el pollo no haya sido, en algún momento, una plato estelar. Pues sus preparaciones parecen inagotables, yendo desde una básica y deliciosa sopa de verduras, hasta una preparación más elaborada y especial como un pollo al curry o un pollo con salsa de nata en el horno. Nosotros conocemos de la buena cocina y de los buenos hábitos, por ello estamos seguros de que este artículo será ideal para ti. Hoy hablaremos del pollo, sus beneficios y, por su puesto, su aporte calórico a tu dieta.
Un básico de la buena cocina
El pollo es una opción tradicional para la dieta básica, pues un alimento ideal para acompañar tu mesa día a día gracias a su versatilidad, precio, accesibilidad y calidad proteica. Sin embargo, existen más motivos para que esta proteína haga parte fundamental de tu dieta y aquí te contaremos cuáles.
Beneficios de la proteína de pollo
El pollo es delicioso, pero sus beneficios lo son aún más. Esta proteína con gran valor biológico aporta a nuestro cuerpo los nutrientes necesarios para la construcción de tejidos y músculos, es una carne rica en vitaminas del complejo B y más allá, cuenta con los siguientes beneficios:
- Aporta a tu cuerpo ácidos grasos positivos como los monoinsaturados y los poliinsaturados, los cuales nos sirven orgánicamente para prevenir enfermedades cardiovasculares como la hipertensión arterial.
- Suprime y controla los niveles de homocisteína, el cual es un aminoácido perjudicial para las paredes de los vasos sanguíneos.
- Es rica en triptófano, el cual está relacionado con la sensación de tranquilidad, pues aumenta los niveles de serotonina. Una hormona que nivela el estado de ánimo.
- Es sencillo de digerir para los más pequeños, lo que lo hace ideal para las personas con problemas digestivos.
- Te ayuda a controlar el peso gracias a su bajo contenido calórico.
- Contiene minerales como el selenio, el cual contribuye al buen funcionamiento del metabolismo, pues es primordial para la hormona tiroidea.
- Gracias a sus altos niveles de fósforo, tu sistema nervioso central estará equilibrado y tendrás unos dientes fuertes y saludables.
- Contiene potasio, por lo que tú corazón y músculos se verán beneficiados.
- Tu sistema inmune estará protegido por su alto contenido en zinc.
Además, está opción proteica tendrá en tu vida un sin fin de beneficios si eres deportista o prácticas actividad física regularmente. Te contamos, porqué.
El pollo en una vida activa
Sabemos que cuando haces deporte o llevas una vida activa como parte regular de tu día a día, la alimentación es fundamental. Pues reconocemos la importancia de la nutrición y nos empezamos a preguntar cómo funcionan los componentes nutricionales de los alimentos y productos que consumimos, ya que entendemos que estos empiezan a afectar, positiva o negativamente, nuestra salud y avance físico.
Tal es el punto de importancia en este tema, que hoy compartimos contigo la tabla nutricional del pollo. Iniciamos asegurándote que consumir carne de este tipo te permitirá mantener los niveles de energía altos y quemar calorías, gracias a su aceleración en el metabolismo.
Pero, además, una porción de pollo de 100 gramos te aporta 239 calorías; 14 gramos de grasas totales; 3,8 gramos de ácidos grasos saturados; 88 miligramos de colesterol; 82 miligramos de sodio; 223 miligramos de potasio y lo mejor, 0 carbohidratos, azúcares y 27 gramos de proteína.
Cómo consumir pollo saludablemente
En este artículo te hemos hablado de todo. De la calidad nutricional del pollo, su tabla de nutrición y sus maravillosos beneficios, pero quizás sigas preguntándote cómo incluir está versátil proteína blanca en tu dieta. Y nosotros te contamos cómo.
El pollo es un alimento fácil, práctico y multifacético a la hora de preparar, pero existen opciones infalibles para sumarlo a tu dieta sin perder el norte. Para ello:
- Consume la proteína de pollo asada.
- Haz preparación libres de salsas y aditivos.
- Usa el horno a tu favor y prepara las más deliciosas opciones en él.
- Retira las partes grasas y poco beneficiosas del pollo como la piel y elije aquellas partes magras, como la pechuga.
- Aumenta los beneficios de la proteína de pollo cocinando la carne en la medida exacta, pues su sobrecocción te hará disminuir sus nutrientes.
No olvides nuestros consejos y prepara una opción nutricional pensada en tus objetivos físicos, cada día. Recuerda que no hay una mejor manera de cuidarte, que cuidando lo que comes.