Los calambres musculares llegan de forma inesperada y rápida provocando contracciones o espasmos dolorosos, seguro alguna vez en tu vida has sentido esta sensación molesta. En algunas ocasiones pasan rápidamente o a veces pueden ocurrir en periodos repitiéndose varias veces antes de desvanecerse por completo, por eso hoy te traigo algunos consejos y todo lo que debes saber a cerca de por qué ocurren y qué pasos seguir para prevenirlos.
Causas de los calambres en las piernas:
Los calambres en las piernas son lo más común y normal que puede existir, pero algunas personas tienen a ser más propensas a sentir estos dolores musculares como las mujeres embarazadas, los deportistas por la fatiga muscular, las personas con condiciones médicas incluida la diabetes y las que hacen ejercicio sin antes o después estirar, la deshidratación es un factor para promover los calambres en las piernas.
Quizás alguna vez has experimentado calambres musculares en el día durante alguna actividad como trotar o en la noche cuando te vas a acostar a dormir en la parte trasera o delantera del músculo, en la parte inferior de la pierna, pantorrilla, en la zona interna del muslo o cerca de la ingle.
Cómo tratar los calambres:
Existen varios remedios caseros que puedes hacer en las piernas cuando tengas calambres para aliviar la agonía, estos son los siguientes:
- Se recomienda estirar gradualmente y despacio en área afectada hasta que desaparezca el espasmo muscular.
- Los masajes en la zona suelen dar buen resultado para combatir los dolores, ya que favorecen la relajación mejorando la circulación sanguínea.
- La terapia de calor puede ser tomada en un baño con agua caliente o una almohadilla térmica que puede ser útil. El contraste de calor a frío es elemental, hazlo de manera rápida para realizar ese choque colocando pañitos de agua fría.
- Es bueno esperar un par de segundos para ver si el calambre desaparece en ese tiempo, si no puedes proceder a realizar esta técnica de relajación.
Cómo prevenir los calambres:
Puedes prevenir los calambres con algunos métodos efectivos que seguro te pueden ayudar a futuro.
- Estira: siempre va a ser vital que estires antes y después de hacer entrenamiento, más en las áreas donde a menudo tienes calambres. Las personas que aún así no hagan ejercicio deberían beneficiarse de esta técnica en cualquier momento del día o en la noche.
- Realiza ejercicios ligeros antes de acostarte de dormir: hacer ejercicio ligeros al caer la tarde o en las primeras horas de la noche resulta muy eficiente, porque el consumo de oxigeno es menor, se tiene más fuerza y resistencia, y los músculos necesitan menos calentamiento después de todo el día funcionando. Agrégalo a tu rutina de buenos hábitos y tu cuerpo te lo agradecerá.
- Mantente hidratado: hidrátate bien sea con una bebida hipotónica especialmente para reponer sales y electrolitos antes, durante y después de alguna actividad física, o con agua para prevenir los calambres musculares y contracciones.
- Consume vitaminas y minerales: la falta de potasio o desequilibrios provocados por los electrolitos incrementa los calambres en las piernas, por lo tanto comer frutas como el banano, el kiwi y mantener un dieta rica en minerales como las verduras ayudan a ser efectivos con el tiempo. Incluye en tu alimentación frutos secos como las almendras, productos lácteos, legumbres, yemas de huevo y pescados como el salmón o las sardinas.
- Vigila tu posición: trata de no cruzar mucho las piernas y más aún si estás trabajando sentado en un computador por horas, duerme con ropa holgada en la que te puedas estirar y sin sentirte apretada/o, un tip básico es colocar una almohada entre las piernas para mantenerlas separadas.
Cuando visitar a un médico:
Los calambres suelen desaparecer por sí solos cuando son inofensivos, aunque rara vez pueden ser lo suficiente graves para llegar a la atención médica. Si presentas hinchazón que deriva del enrojecimiento con cambios en la piel, suceden con frecuencia, no mejoran con el cuidado personal con remedios caseros, causa molestia, están relacionados con la debilidad muscular o no tienen una causa obvia debes consultar a un médico en seguida. Con tu médico de cabecera es más fácil asegurar que tienes y qué lo provoca a partir de un análisis del laboratorio adecuado.