A medida que pasa el tiempo es muy común que algunas piezas de metal comiencen a oxidarse por su uso constante, la continua humedad o aire libre haciendo que se deterioren poco a poco y se reduzca su vida útil. La oxidación es un proceso el cual se puede tratar fácilmente con trucos existentes, no necesitas probar de algún método exótico o comprar artículos químicos costosos para deshacerte de este, con un simple ingrediente común en tu cocina podrás derretir la herrumbre.
Si encuentras que hay algunas partes de tu casa que están corrosivas con una capa de color marrón rojizo aquí hay algunas maneras increíbles y fáciles de devolverlas a su antigua gloria con productos caseros como el vinagre, el bicarbonato, el papel aluminio o la Coca-Cola sigue estos consejos usando guantes y tapabocas de protección y observa cómo tus artículos brillarán como nuevos.
1. Quitar el óxido con limón y sal:
Cubre la parte con abundante limón y sal gruesa para quitar la corrosión en la superficie de la herrería de la casa. Solo debes poner media cucharada de sal en un recipiente y exprimir varios limones, revuelve bien para que todo se integre y aplica por encima de la zona deseada. Es importante que esta mezcla granulada actúe por dos horas únicamente para que no dañe tu producto antes de retirar restregando con un cepillo, cáscara de limón o esponja y enjugarlo con agua. La acidez que producen estos dos ingredientes al tiempo, son perfectas para ayudar a desincrustar y arrasar el óxido a causa de las lluvias o producidas por el calor. Lo sorpréndete del limón es que también sirve para eliminar las manchas en las telas, ropa, asientos de automóviles, alfombras, etc.
2. Quitar el óxido con papel aluminio:
El aluminio es conocido como uno de los metales más versátiles en la industria sobre todo porque crea una capa de aluminio que endurece la superficie haciéndola más resistente a la corrosión, la pule y le devuelve el brillo. Este truco es muy efectivo a la hora de eliminar la herrumbre o manchas en puertas y ventanas, solo debes lijar antes y posteriormente cortar unos cuantos cuadros de papel aluminio de unos 10 centímetros por cada lado a continuación humedece en agua durante 1 minuto. Sácalos y enróllalos sobre los dedos utilizando guantes para que no te destiña o haz bolas para frotar con este sobre la parte deseada, al instante podrás ver que va desapareciendo un poco el óxido ayudando a detener orín. Al finalizar limpia el metal con un trapo de algodón.
Las ventajas de utilizar este papel son varias como poder llegar a rincones difíciles por la maleabilidad, es fácil de encontrar en cualquier parte, es económico, no raya o estropea el metal por lo que será más fácil quitar sin emplear mucha fuerza.
3. Quitar el óxido con Coca-Cola:
Limpiar el oxido no tiene que ser una tarea, también puede ser divertido. La Coca-Cola puede convertirse en un grandioso aliado si quieres eliminar el óxido sin químicos, pues es excelente para sacarle de nuevo el brillo al metal ya que contiene ácido fosfórico igual que el vinagre. Dentro de un recipiente vierte ¼ de refresco, coloca el objeto y deja actuar unos minutos utilizando una lija o cepillo de metal para retirar perfectamente toda la corrosión o con ayuda de una brocha aplica la gaseosa. `¼
4. Quitar el óxido con bicarbonato de sodio:
Este es un elemento muy completo porque tiene varios usos, ya que es un tipo de sal ligeramente abrasivo, en lo que lo convierte en un producto de primera categoría para retirar el oxido. En un recipiente haz una pasta espesa con tres o cuatro cucharadas de bicarbonato de sodio y ¼ de agua, luego espárcela por todo el área y deja que actúe por unos minutos, después retira la mezcla con un cepillo fregando para desprender fácilmente. Es fundamental que cuando hayas terminado de usar este método o cualquier otro, seques inmediatamente todas las superficies.
Finalmente para prevenir el oxido en las ventanas o puertas es importante que uses pinturas especiales para las estructuras, lo ideal es que puedas utilizar un imprimante a base de zinc sobre este tipo de materiales, lubricantes protectores, limpiar siempre las superficies o evitar exponerlas a la humedad e intemperie.