Para nadie es un secreto que el yoga es conocido mundialmente por generar estados de tranquilidad y calma en la mente, esto mediante la combinación de ciertos movimientos y el manejo de la respiración. Lo que posiblemente no sepas es además de ser una pactico milenaria que se encuentra en furor, también es una manera genial de reducir el estrés, la confusión y la ira que te abordan en los momentos menos esperados.
Nos importas. Queremos que encuentres tranquilidad y paz en tu vida para que puedas alcanzar el éxito, pues somos consientes de que tanto la mente como el cuerpo necesitan dedicación y tiempo. Por eso hemos dedicado este articulo para ti. En él encontraras de manera detallada seis ejercicios de yoga capaces de devolverle la paz a tu mundo corporal y espiritual. Solo atrévete a cambiar tu día y llenarte de armonía, sentirás como todo fluye con mágica delicadeza.
6 posturas de yoga para aliviar el estrés
Esta disciplina originaria de la India se encuentra en el mundo hace más de 500 años, en los cuales el cuerpo ha sido un hermano aliado de la mente para gobernar el ser y lidiar con todos los obstáculos que se generan al convivir y ser parte del plano terrenal. La palabra de 4 letras, Yoga, viene del antiguo sanscrito y significa “unión”, lo que nos indica la clave de integración de la mente, el cuerpo, el espíritu y el individuo que mantiene esta milenaria disciplina.
En otras palabras, es un estado puro de conexión y conciencia con el mundo entero. Aquí queremos que te conectes con tu propio yo y liberes de todo lo que te causa aflicción. Pues el yoga no solo te ayudara con el estrés, sino que combatirás de manera natural el insomnio, la diabetes, la obesidad, las enfermedades cardiovasculares e incluso aumentaras tu vitalidad y energía. Por eso mira estas 6 asanas o posturas de yoga para aliviar el estrés. No dudes en intentarlas en casa.
1-Savasana
Para realizar la Savasana o postura del cadáver tumba tu cuerpo sobre el mat. Asegúrate de tener la espalda baja totalmente apoyada en el suelo y estira tus piernas, deja que tus brazos descansen estirados, a lado y lado de tu cuerpo, sin tener contacto él. Permite que tus pies caigan en total relajación y tus palmas de las manos miren siempre hacia el cielo.
Relájate y deja que cualquier tensión escape de tu cuerpo, mientras lo haces siente como la calma te invade y tu mente se sumerge en una paz eterna. Disfruta de la quietud y abre paso a la paz en tu interior.
2-Uttanasana
Para realizar la Uttanasana o postura de la pinza deberás poner ambos pies separados, igualando el ancho de tus caderas. Deja que los dedos de tus pies se separen un poco y lleva tus manos hacia la cintura, así estiraras la espalda de manera natural. Realiza una flexión del tronco hacia adelante, mantén la espalda larga y dispuesta. Continua el descenso sin dejar de llevar la espalda larga desde el cuello, podrás ayudarte con las rodillas para obtener equilibrio. Mantén la parte superior de tu tronco totalmente relajada.
Utiliza cada inhalación en tu favor, úsala para poder llegar un poco más lejos durante el estirón. Tampoco deseches la exhalación, utilízala para descender, relajar y llevar tu espalda a las piernas. Puedes llevar las manos tan atrás y arriba como tu cuerpo te lo permita, avanzando por los tobillos, piso o tras los isquiotibiales.
Para regresar de esta postura sube con lentitud. Usa el dobles natural de tus rodillas y columna. Siente vertebra a vertebra todo vuelve a la normalidad, mientras tu cabeza es lo ultimo que sube.
3-Balasana
Para realizar la Balasana o postura del niño iniciaras de rodillas sobre el suelo. Empuja tu cadera hacia tus talones, mientras los empeines de tus pies se encuentran planos sobre el piso. Deja que tu pecho descanse cómodamente sobre tus muslos y lleva tus brazos estirados delante de tu cuerpo. Asegúrate de que las palmas de tus manos miren hacia abajo y los hombros estén totalmente relajados. Tu frente debe llegar y apoyarse en el suelo, este será el momento para soltar todo el peso de tu cuerpo en dirección a tus piernas.
Puedes realizar de cinco a seis respiraciones profundas y consientes antes de regresar a tu posición inicial
4-Tadasana
Para realizar la Tadasana o postura de la montaña inicia de pie, con las plantas de tus pies poyadas en el suelo. Deja que uno a uno los dedos de tus pies se eleven de la tierra y estira los brazos hacia abajo. Consigue que los dedos de tus manos acaricien el suelo y crea una montaña con tu cuerpo. Mantén tu espalda alargada y deja que la base de tu cabeza señale siempre el cielo.
Relaja tus hombros, cierra los ojos y recibe la paz del momento.
5-Virabhadrasana
Para realizar el Virabhadrasana o postura del guerrero I, toma la postura de la montaña, en la que tus pies y manos se apoyan completamente en el piso, elevando la cadera hasta imitar una montaña. Llevaras tu pie izquierdo hacia atrás, alcanzando un ángulo de 45°, con la pierna totalmente estirada y asegurándote de mantener la planta del pie apoyada en el suelo. Después flexiona la pierna derecha y deja que esta forme un ángulo de 90°, deberá quedar a la altura de tu tobillo y con el pie mirando hacia delante. Pon tus caderas cuadradas, alarga el tronco y lleva ambos brazos hacia el cielo, como si intentaras tocarlo.
Mantén siempre tu mirada en dirección al frente y deja que la energía corra en tu cuerpo al tiempo en que relajas los hombros y las palmas de tus manos se reconocer, una frente a la otra. Sostén tu vientre con el ombligo dentro y cuando te sientas preparado realiza de nuevo la misma postura con tu otra pierna.
Si tienes problemas en el cuello, evita moverlo en esa postura.
6-Sarvangasana
Para realizar la Sarvangasana o postura de la vela ponte sobre el tapete o mat. Pon ambas palmas de las manos mirando hacia el piso a lado y toma un impulso para llevar tus piernas en dirección hacia la parte de atrás de tu cabeza. Junta tus codos, dejando que estos hagan una flexión que te permita llevar las palmas de tus manos hasta espalda, para sujetarla. Mantén los pies activos hacia el cielo mientras estiras las piernas, como si te llevaran sostenido de ellos hacia arriba. No olvides mantener tu abdomen tenso y activo. Para bajar desciende con cada vertebra de tu columna y disfruta del movimiento.
Al realizar esta postura no olvides alejar la cervical del piso y no mover tu cuello, pues podrías lesionarte.
