Cuando decidimos iniciar el proceso de perder grasa corporal podemos encontrar todo tipo de información y métodos que nos pueden ayudar a alcanzar el objetivo, podemos encontrar rutinas de ejercicios, dietas, batidos, malteadas, de todo. Y de tantas opciones, una de las más usadas son las dietas porque no hay solo una, sino un sin fin de ellas que van de acuerdo al proceso, los gustos y las necesidades de cada persona.
Las dietas que están diseñadas para quemar grasa contienen alimentos como té verde, manzanas, yogur, lentejas, limón, canela, brócoli, nueces y otro tipo de alimentos que ayudan a acelerar este proceso.
Al momento de buscar la opción que mejor le va a nuestro cuerpo y nuestro estilo de vida vamos a encontrar tanta información que no sabremos elegir cuál será la mejor alternativa, es por esto que terminamos decidiendo la más sencilla o la que tiene mayor número de visitas en Internet, y no la correcta para cada cuerpo y cada metabolismo.
Para evitar caer en este error queremos compartir 5 de los hábitos más comunes que pueden llegar a hacer que tu dieta no cumpla con tus expectativas, que no se evidencian resultados, que no sepas cómo alimentarte correctamente, que no consumas la cantidad recomendada de nutrientes o vitaminas, o que incluso puedas llegar a enfermarte por malas prácticas en la alimentación.
1. Abusar de los batidos detox:
Consumir únicamente el zumo de una fruta puede hacer que esta pierda muchas de sus propiedades, la más importante: su fibra. No podemos exagerar con el consumo de estas bebidas, sino más bien prestar mayor atención también al resto de la alimentación, pues es mejor si comemos más frutas y verduras enteras que nos suministren todas sus propiedades y nos dejen satisfechas en cada comida.
2. Dieta basada en un alimento:
Algunas dietas que nos recomiendan o encontramos en Internet se basan en consumir un mismo alimento durante todo el día, los más comunes: piña o yogur. Pese a que son alimentos saludables, no pueden ser la base una alimentación sana, pues no alcanzar a aportarnos la cantidad de nutrientes necesaria y en cualquier momento vamos a querer volver a comer como antes para suplir esas necesidades que le generamos a nuestro cuerpo.
3. No consumir grasas:
Evitar las ingesta de grasas, sin duda alguna, solo lograra que comas aún más de lo que comes normalmente, pues tu cuerpo no queda satisfecho con platos que no tienen grasa y buscará saciar el hambre con más alimentos procesados.
4. No variar el menú:
Tener una dieta muy estricta en la que no exista un menú completo y al contrario sea básico y no cambie mucho, solo va a cansar al cuerpo y en menos de una semana ya no querrá seguir comiendo lo mismo sino que buscará alimentarse como antes y así aumentar el peso.
5. No saber alimentarse:
La información que encontramos sobre dietas abunda en cualquier medio pero recuerda que nunca serán suficientes dos o tres fuentes, sino que será necesario que te tomes la tarea en serio y busques bien cuál es esa dieta que mejor le va a tu cuerpo, cuáles son los alimentos que te gustan y te hacen bien, cuáles son los alimentos que debes consumir con mayor responsabilidad y sin abusar, y en qué horarios comer cierto tipo de alimentos. Porque prohibirte comidas no hará que quemes grasa pronto, sino que al contrario, te sientas en la necesidad de suplir esos alimentos como harinas, carbohidratos y grasas, con otro tipo de comida procesada y baja en nutrientes y vitaminas.
También debes tener en cuenta que este proceso lleva tiempo, que aprender a preparar platos nuevos, saludables y deliciosos es una tarea de varios días, que el cambio debe ser gradual y no brusco, y por último que este es un conjunto de hábitos saludables, no solo en la alimentación sino en las diferentes rutinas que realizar a diario.