El baloncesto o básquetbol es una forma divertida y eficaz de hacer ejercicio. Su origen se encuentra en los Estados Unidos en el año 1891 gracias a la imaginación y a la creatividad de James Naismith, el profesor de educación física que ideó este deporte. El baloncesto es una de las pocas prácticas deportivas que se desarrollaron a la vez como deporte masculino y femenino, veamos los beneficios que nos aporta su práctica.
Lo primero que hay que destacar es que es un deporte claramente aeróbico en el que se desarrolla la condición física gracias al ritmo intenso de acción rápida del juego, donde se trabaja simultáneamente la velocidad, la coordinación vista-mano y la resistencia cardiovascular.
Las jugadoras se mueven constantemente a través de la cancha desarrollando el tronco inferior del cuerpo (piernas y glúteos), mientras que en los lanzamientos, la defensa y los pases se desarrolla la parte superior del cuerpo (brazos, espalda y tronco).
Lo primero que hay que destacar es que es un deporte claramente aeróbico en el que se desarrolla la condición física gracias al ritmo intenso de acción rápida del juego, donde se trabaja simultáneamente la velocidad, la coordinación vista-mano y la resistencia cardiovascular.
Las jugadoras se mueven constantemente a través de la cancha desarrollando el tronco inferior del cuerpo (piernas y glúteos), mientras que en los lanzamientos, la defensa y los pases se desarrolla la parte superior del cuerpo (brazos, espalda y tronco).
Es un deporte de equipo que aumenta la vitalidad y moviliza gran parte de los grupos musculares, fortaleciendo los pulmones y mejorando la circulación de oxígeno en sangre. Ayuda a eliminar el estrés, la ansiedad y la depresión a la vez que favorece un estilo de vida sano y saludable.
Es un deporte muy intenso en el que se debe poner un especial cuidado para no lesionarse en las manos, sobre todo los dedos, en las piernas, rodillas y pies. Pero lo mejor de todo es que es un deporte que se juega en equipo, muy divertido, completo y rápido.