Los cálculos renales son depósitos duros que se forman en la mayoría de casos en los riñones o en otras partes del tracto urinario como vejiga, uretra o uréteres. Los cálculos pueden producir dolor fuerte dependiendo del tipo.
- Ácido úrico: Este tipo de cálculo se presenta cuando la orina es ácida. Es más común en hombres que en mujeres Y en personas que sufren de gota o se encuentran en quimioterapia.
- Calcio: Están compuestos de oxalato de calcio. Existen ciertos alimentos que ayudan a la formación de estos cálculos como lo son; el chocolate, remolacha, espinacas y papas.
- Cistina: Es un ácido producido por el cuerpo proveniente de los riñones a la orina, se da en hombres y mujeres que tienen trastorno genético.
- Estruvita: Es un cálculo que sufren principalmente aquellas mujeres con infecciones en el tracto urinario y puede llegar a causar obstrucción urinaria debido a su tamaño.
Factores de riesgo
Existe más probabilidad en hombres que en mujeres. Entre los factores de riesgo podemos destacar; poca producción de orina en el día, (debe ser de un litro por día), antecedentes familiares con cálculos renales o también otros factores como la obesidad, enfermedades inflamatorias del intestino, cirugía de banda gástrica, la deshidratación, algunos medicamentos diuréticos, anti convulsivos y antiácidos a base de calcio.
Signos de un calculo renal
Está claro que uno de los síntomas más conocidos en los cálculos renales es el dolor intenso, o mejor conocido como cólico renal. Este se presenta como dolor de espalda o de abdomen pero también existen otros síntomas asociados como: orina maloliente, vómito, náuseas, orina con sangre, fiebre, resfriado, poca intensidad en la orina y deseos de orinar frecuentemente.
Cómo se diagnostica
Se requiere de una valoración completa y revisión del historial familiar, para así poder llegar al diagnóstico. Existen varias formas de llegar a un diagnóstico por ejemplo:
- Exámenes de laboratorio en sangre como bun, creatinina, calcio, fósforo, ácido úrico o también pueden ser en orina para así poder detectar glóbulos blancos, cristales bacterias y sangre.
Existen pruebas para detectar la obstrucción
- Ecografía de riñón
- radiografías abdominales
- Resonancia magnética de riñones y de abdomen
- tomografía computarizada de abdomen
- pielograma intravenoso o retrógrado
Es importante no abusar de los medios de contraste que se utilizan para estos exámenes ya que alteran la función de los riñones.
Cómo tratarlos
El tratamiento depende del tipo de cálculo. Si presenta algunos síntomas como deshidratación, vómito, náuseas y puede ser tratado con líquidos endovenosos. Si es por infección puede llegar a ser necesario utilizar antibióticos. También existen procedimientos que nos pueden ayudar a su extracción entre estos tenemos:
1-Nefrolitotomía percutánea
Es un pequeña cirugía que consiste en realizar una incisión en la espalda para extraer los cálculos. Este se realiza cuando se presenta obstrucción o infección que pueda estar dañando los riñones, el dolor no se pueda manejar, o el cálculo ha aumentado de tamaño y no puede pasar.
2-Litotricia
Es un procedimiento que se realiza bajo anestesia con ondas de choque, para romper las piedras y estás queden más pequeñas y puedan pasar de los uréteres a la vejiga. Estos pueden provocar sangrado alrededor del riñón hematomas en riñones y espalda.
3-Ureteroscopia
Es un procedimiento en el cual se inserta un cable con una cámara conectada a la uretra y se pasa a la vejiga para extraer los cálculos que se hayan atascado.
