Perder peso es todo un proceso, siendo un factor fundamental la alimentación de calidad. Pero realizar estos cambios y mantenerlos en el tiempo se convierte es una tarea difícil. Por lo que seguir algunos consejos básicos puede ser de gran utilidad para que la dieta siga siendo saludable y efectiva. Con ello no solo mejorarás tu apariencia, también el estado de ánimo, los niveles de energía y la aparición de problemas en la salud.
Recuerda que no debes desanimarte si te toma más tiempo de lo esperado. De acuerdo con varios estudios, se necesita alrededor de 66 días para convertir un nuevo comportamiento en hábito. Además no existe la fórmula perfecta que funcione en todos, debes explorar hasta encontrar la forma de comer y realizar ejercicio con la que más te sientas cómodo.
1-Establecer metas realistas
No es bueno obsesionarse con la idea de perder peso en poco tiempo. Empezando por el hecho de que es más probable que abandones con rapidez el proceso, al no obtener los resultados que tenías en mente. Incluso podría llevarte a realizar dietas demasiado restrictivas que solo ponen en riesgo la salud. Lo mejor es establecer una meta más realista y alcanzable. Otra gran idea es escribir una lista de las razones por las que quiere estar más sano. Esto para que encuentres la motivación necesaria.
2-Llevar bocadillos saludables
Continuar con una alimentación saludable se convierte en un desafío una vez que estás fuera de casa. Ya que puedes terminar agarrando lo que tengas a disposición, que por lo general se trata de alimentos procesados. Lleva tus propios bocadillos a donde quiera que vayas, permitiéndote controlar el apetito hasta la siguiente comida principal. Algunas opciones son una porción de almendras, el maní, yogur griego, incluso un recipiente con huevos duros, queso o alguna fruta.
3-Revisar las etiquetas de los alimentos
Elegir los alimentos adecuados cuando vas de compras por el supermercado es un paso fundamental, debes tomarte el tiempo de revisar los ingredientes de lo que estás llevando a casa. Asegúrate de que sea lo más natural posible, que no contengan azúcares ocultos o excesos de sal. De esta manera evitarás productos perjudiciales para la salud y al mismo tiempo no tendrás tentaciones en la cocina cuando sientas hambre.
4-Tener un plan de acción antes de salir de casa
El comer fuera de casa no tiene que terminar en un momento estresante, aprender a manejar este tipo de situaciones te permitirá seguir tomando las mejores decisiones en cualquier lugar. Una forma sencilla de hacerlo es consultar el menú con anterioridad o buscar aquellos que se acoplen a tu estilo de vida. Tener una estrategia a seguir puede evitar que te sientas abrumado una vez que estés allí.
Tampoco te apegues a la idea de “todo o nada”, pues el consumir algunos alimentos no tan nutritivos en el día, no quiere decir que su dieta está arruinada, ya que no tendrá mayor impacto a largo plazo. Algunas veces se vale no seguir el plan, siempre que continúes con la alimentación equilibrada.
5-Practicar la alimentación consciente
Quizás el dedicar tiempo para disfrutar de lo que estás comiendo se vuelve algo complicado, debido a las responsabilidades del día. Pero es importante apreciar la capacidad que tienen los alimentos para proporcionar minerales, vitaminas y otros nutrientes. Esta acción aumenta la posibilidad de realizar cambios en el comportamiento que sean duraderos al mejorar la relación con la comida. Evita distraerte y masticar rápido.
6-Mantener los alimentos pocos saludables fuera de casa
Alimentarse saludable es una tarea muy dura si tu casa está rodeada de productos catalogados como basura, ya que hacen más daño que bien. Por ello es importante que estén lejos de tu vista para no tener esa tentación presente todo el tiempo. En su lugar llena tu refrigerador de frutas, verduras y bocadillos listos para consumir.
7-Realizar ejercicio
El ejercicio siempre será el complemento perfecto a un estilo de alimentación equilibrado, de esta manera el proceso de pérdida de peso es más efectivo. Inicie con pequeños cambios como el salir a caminar por unos minutos al día, montar bicicleta, subir las escaleras, realizar un entrenamiento para principiantes en casa. Estirarse después de varias horas en la misma posición, dedicar el fin de semana a un deporte que le genere interés.