¿Quieres disfrutar más de las verduras como lo haces con otro tipo de alimentos?, quizás algunos de los consejos que veremos a continuación puedan ser de gran utilidad, para que poco a poco adoptes un estilo de alimentación que beneficie tu salud y mejore el aspecto de tu cuerpo, recuerda que el tan anhelado vientre plano se logra en la cocina y se complementa con actividad física.
Es completamente normal que algunas verduras o frutas no sean de tu agrado, pero esquivarlas todo el tiempo trae consigo problemas de salud a largo plazo. Además la naturaleza ofrece una gran variedad, simplemente tienes a disposición muchas posibilidades para disfrutar de una comida con alto valor nutricional en lugar de siempre estar a favor de la alimentos considerados como chatarra.
1-Crea platos coloridos
Existe un viejo adagio que dice “Todo entra por los ojos” y es muy cierto, para que los alimentos te provoquen con solo mirarlos en el plato, es muy importante cuidar de la decoración y jugar con los colores para que saborees un verdadero arcoíris cargado de nutrición.
Piensa en una grupo de alimentos con colores intensos y variados, ya que no solamente se trata de un tema para que los niños coman sus verduras. Según un estudio publicado en el Journal of Consumer Research, los platos de comida coloridos son más atractivos y más satisfactorios, lo que ayuda a consumir un 22% menos de calorías.
2-Adecuar el ambiente
Además del aspecto de tu plato, trata de crear un ambiente agradable a la hora de desayunar, almorzar y cenar. Evita las distracciones y concéntrate en disfrutar lo que has preparado. Incluso puedes tratar de cambiar las cenas de TV por una banda sonora más sofisticada.
De acuerdo con un estudio de la Universidad de Oxford, se encontró que la música suave hace que la comida tenga un sabor menos amargo. Aunque cada cuerpo en único y reacciona diferente a los estímulos, quizás esta pueda ser una estrategia que funcione para ti, por lo que valdría la pena intentarlo.
3-Mantén alimentos saludables cerca
Es de gran ayuda mantener comida nutritiva a la mano en lugar de muchos productos procesados por toda tu cocina, ya que es más probable que elijas por ellos y no te des la oportunidad a experimentar sabores naturales. Trata de mantener en tu nevera snacks saludables listos para consumir y suplir tus antojos a media mañana o tarde.
Abastece tu nevera de frutas, verduras, paquetes de nueces, semillas, yogurt griego, frutas secas y demás. Esto promueve a que te alimentes mejor y no optes por opciones que no le aportan grandes beneficios a tu salud. Realiza este proceso sea poco a poco, ya que al incluir demasiadas cosas nuevas en corto tiempo, es más probable que te rindas pronto.
4-Intenta y vuelve a intentar
¿Recuerdas cuando tu madre te obligaba a comer verduras cuando eras niño? Bueno, deberías haber escuchado. Según un estudio publicado en la revista Appetite, la degustación repetida aumenta tu gusto por las verduras. Aparentemente, puede tomar hasta 10 intentos, pero comienza ahora y tu dieta se transformará en menos de lo que pensaste.
La mejor manera en que te empiece a gustar un alimento es intentarlo una y otra vez, una pequeña cantidad en el lado del plato puede ser el primer paso, además no quiere decir que los sigas probando de la misma manera, intenta con varias rectas y combínalo con algo que te guste más.
5-Desafia tus percepciones
Como ya te lo hemos mencionado, gran parte de lo que pensamos acerca de un alimento proviene de la infancia, ya que seguramente en muchas ocasiones eran platos de verduras desagradables para ti, quizás por lo demasiado cocidas y blandas. Por ello crecemos con la misma percepción y no nos desafiamos a probar nuevamente este tipo de alimentos.
Recuerda que actualmente existe gran variedad de recetas para alimentarse de una manera saludable pero a la vez deliciosa, de esta manera probarse nuevamente muchas verduras y alimentos similares. Incluso ver imágenes con regularidad antes de la cena puede mejorar el sabor de tu comida. La investigación en PLOS ONE encontró que iniciar sesión en Instagram y hojear la última colección de comidas explícitas, puede hacer que tu percepción del plato que tienes delante sea más placentera.
6-Trabaja por ello
Seguramente aprecias más el sabor de los alimentos si has tenido que trabajar para obtenerlos. No tienes que forrajear en el jardín trasero para reunir el sustento, pero vale la pena comprar comida de algún lugar un poco más aventurero que el menú chino pegado a tu refrigerador. Un simple paseo a las tiendas y el tiempo que pasas en la estufa son suficientes para aportar el dulce sabor de la satisfacción a tu comida. ¡Buen provecho!.