¿No sabes qué desayunar antes de entrenar?, pues estas son algunas ideas que puedes ser útiles para iniciar bien el día. Recuerda que si entrenas en las mañanas el desayuno se convierte en una de las comidas más importantes, por lo que debes obtener nutrientes esenciales para que tengas la energía suficiente y con ello rendir al máximo. Se recomienda levantarse temprano para que primero te alimentes y tengas el tiempo de entrenar, que sea al menos una hora después. Si no comes, quizás te sientas lento o mareado cuando hagas el ejercicio.
De acuerdo con la Clínica Mayo, comer o beber carbohidratos antes del ejercicio puede mejorar el rendimiento, permitiendo ejercitarse por más tiempo o con mayor intensidad. Algunas buenas opciones incluyen los cereales integrales o pan, leche baja en grasa, jugo, banana, yogur, panqueques. De igual manera debes tener cuidado en las cantidades para no exagerar. Comer demasiado puede hacer que te sientas lento, pero comer poco tampoco te brindará la energía necesaria para continuar sintiéndote fuerte durante en el transcurso de los entrenamientos.
Desayunos pre entreno
Se trata de opciones de desayuno sencillas, deliciosas y nutritivas, de modo que no te lleven demasiado tiempo prepararlas, pero que le hagan bien a tu cuerpo. Saber que comer puede marcar la gran diferencia en tus rutinas.
También debes tener en cuenta que cada vez que pruebas una comida o bebida antes del entrenamiento puedes correr el riesgo de sufrir un malestar estomacal. Trata de no incluir productos nuevos en la dieta antes de un evento deportivo de larga duración, es mejor tener experiencia para saber cómo tu cuerpo maneja el alimento.
Aspectos a tener en cuenta
A la hora de comer y hacer ejercicios cada persona es distinta, es por ello que debes prestar atención a cómo te sientes durante el entrenamiento y el rendimiento en general. Permite que sea la experiencia la que te guíe sobre qué hábitos alimenticios tener antes y después de ejercitarse, escogiendo lo que mejor funcione para tu cuerpo. Tampoco olvides beber suficiente líquido antes, durante y después, lo que ayuda a prevenir la deshidratación.
El agua es la mejor opción para recuperar los fluidos perdidos, pero si haces ejercicio por más de 60 minutos, usa una bebida deportiva. Este tipo de productos ayuda a mantener el equilibrio de electrolitos en el cuerpo, al igual que ofrece un poco más de energía al contener carbohidratos. La duración e intensidad de la actividad física determinará con qué frecuencia, así como que debes beber y comer. También es buena idea llevar un diario con el objetivo de monitorear la reacción de tu organismo a las comidas y refrigerios. Estas son algunas de las pautas generales para que puedas ajustar la dieta a tus necesidades y que con esto tengas un rendimiento óptimo.
Desayuno 1
Este es uno de los desayunos más básicos y que seguramente a muchos le encantará, ya que se trata de huevos que es algo típico en la mañana, un jugo que sea 100% natural, una fruta fresca entera y los frutos secos.
- Una tortilla de 2 o 3 huevos.
- Un vaso de jugo de naranja sin azúcar.
- Un puñado de almendras.
- Un plátano.
Desayuno 2
Para esta opción tenemos una especie de sándwich con proteína y grasas saludables. También se incluye un yogur de calidad nutricional y por supuesto, una fruta entera que sería la banana o plátano.
- Dos rebanadas de pan integral con un poco de aceite de oliva, jamón de pavo, atún y aguacate.
- Yogur natural bajo en grasas con frutos secos triturados.
- Un vaso de leche o avena.
- Un plátano.
Desayuno 3
Por último, tenemos a la avena, que se considera uno de los cereales más saludables con un poco de fruta picada y una pizca de canela en polvo para potenciar su sabor. Fácil, pero delicioso.
- Una taza de avena, plátano picado y un toque de canela.
- Un vaso de leche o avena.
- Un puñado de nueces.
- Una manzana.