La gastritis es una inflamación del revestimiento del estómago, lo que ocasiona malestar, dolor punzante o ardor en la parte superior abdomen y que empeora o mejora cuando comes, también pueden aparecer náuseas y vómitos. ¿Cuál es la causa?, son muchos los factores que podrían aumentar el riesgo, entre ellos una infección bacteriana, el uso frecuente de analgésicos, el consumo excesivo de alcohol o tabaco, la edad avanzada, el estrés o que tu cuerpo ataque las células del estómago.
Seguir hábitos más saludables es una forma de prevenir y reducir la mayoría de las molestias. Prestar atención a la dieta es un paso muy importante, incluyendo alimentos nutritivos que le sienten bien al estómago y evitando aquellos que puedan ser irritantes. Sin embargo, no olvides que en el tratamiento para la gastritis siempre será muy importante el seguimiento médico.
Alimentación cuando se tiene gastritis
Al momento de querer elaborar un menú para la gastritis, se deben tener en cuenta algunas pautas generales. Por ejemplo, que las comidas no sean abundantes, si es necesario, entonces comer con más frecuencia. Elegir cocciones más suaves, no consumir alimentos o bebidas demasiado calientes y beber suficiente agua durante el día. Trata de evitar alimentos grasosos, picantes o ácidos, al igual que el café, el té, las bebidas carbonatadas y por supuesto, las bebidas alcohólicas.
También asegúrate de no limitar la dieta más de lo necesario, que dentro de tus restricciones sea lo más variada y completa posible. A continuación, te damos recomendaciones para el desayuno, almuerzo y cena, puedes seguirlas siempre que se tengan en cuenta las tolerancias personales.
Desayuno
- Puedes preparar un omelette de champiñones. Para ello, vierte 1/4 de taza de agua en una sarten caliente, luego añade 1/2 taza de espinacas y 2 piezas de champiñones picadas, luego revuelve. De esta manera cocinarás los alimentos sin nada de aceite y solo tardará alrededor de un minuto y medio. Otra de las verduras que podrías utilizar para este omette sería el calabacín, zapallo, los espárragos, la zanahoria, las acelgas, chícharos o arvejas.
- En un sartén aparte a fuego medio, agrega 1/4 de cucharadita de aceite vegetal o aceite de oliva, luego agrega las verduras y el huevo batido con dos pizcas de sal (en esta caso solo usarás 1 huevo más 1 clara extra).
- Cuando el huevo empiece a cuajarse, despega un poco los bordes con una espátula, luego tapa y deja cocinar.
- Después de aproximadamente minuto y medio, dale la vuelta con cuidado. Si lo deseas, acompáñalo con media pieza de manzana y un poco de germinado de alfalfa, así tendrás un desayuno delicioso y nutritivo.
Almuerzo
- Prepara un bistec de cazuela o estofado de res. Empieza por pelar 2 zanahorias (es importante quitarle la cáscara a las verduras), luego cortalas en rodajas. También debes pelar 4 papas pequeñas y cortarlas del tamaño de un bocado.
- Ahora corta en tres pedazos la milanesa o bistec de res, que tenga muy poca cantidad de grasa.
- Agrega 1/4 de cucharadita de aceite vegetal o de oliva a una sartén caliente, ya que lo primero que harás será sellar la carne por ambos lados. Asegúrate que la sartén sea antiadherente para que la carne no se pegue y uses menos aceite.
- Cuando empiecen a soltar sus propios jugos, añádele cilantro y perejil seco, también ajo en polvo, sal y 1/4 de cucharadita de paprika o pimentón dulce. Vierte 250 ml de agua, luego sacude un poco la olla o sartén.
- Es momento de agregar las verduras hasta que estén blandas, es importante ir revisando que la preparación no se reseque, si es necesario puedes agregar un poco más de agua. Por último, agrega cilantro picado y sirve.
Cena y merienda
- Puedes prepararte una pechuga a la plancha con papas al vapor o quizás una sopa de pollo con fideos.
- Para la merienda de la mañana puedes disfrutar de una fruta asada o en compota. Para la tarde una infusión con galletas, un yogur natural o una fruta pequeña.
- Si quieres una opción de bebida, puedes agregar a la licuadora 1 rebanada (3 cm) de papaya en trozos, 1/2 pieza de melón en trozos y 700 ml de agua. Tritura y transfiere el líquido en una jarra. Sirve en un vaso con hielo y listo, una bebida refrescante. La papaya tiene una enzima llamada papaína que puede ayudar a calmar el dolor y la inflamación.