La proteína en polvo puede ser un gran complemento a la hora de querer perder peso o ganar masa muscular y en esta oportunidad te diremos cuáles son las razones. Recuerda que este es un macronutriente esencial para el crecimiento y reparación. Así como para ayudar con la salud en general, por lo que debes consumir lo suficiente.
La mayoría de los adultos necesitan alrededor de 0,75 g de proteína por kilo de peso corporal cada día. Para la mujer promedio estaría en los 45 g, mientras que para los hombres en 55 g. Sin embargo, cuando estas en un programa de entrenamiento de resistencia, es muy probable que necesites más para desarrollar mayor músculo.
Aunque puedes tomar toda la proteína que necesitas de los alimentos, la que viene en polvo es una opción fácil para las personas que están en movimiento. Sería una forma de obtener una muy buena porción de proteína con menos cantidad de otros macronutrientes, como los carbohidratos y grasas. Sigue leyendo para más información.
Por qué y cómo usar proteína en polvo
Una de las funciones principales de las proteínas es reparar y reconstruir las células de tu cuerpo. Incluidos los músculos que se dañan durante el ejercicio. Además, una dieta alta en proteínas puede favorecer la pérdida de peso, ya que tardan más en digerirse y son abundantes. Puede hacerte menos propenso a comer en excesos.
De hecho, los batidos con un alto contenido en proteínas pueden acelerar tu metabolismo gracias a la cantidad de calorías necesaria para digerirlos. Así como fomentan la plenitud y la saciedad, lo que es importante cuando se trata de perder peso. Aunque debes tener en cuenta que los cambios en tu cuerpo no ocurrirán de la noche a la mañana solo por tomar proteínas. Esta debe ser parte de una dieta equilibrada y que se complemente con el ejercicio regular. Que se traduce en entrenamiento de resistencia, ya sea con el propio peso corporal o con pesas.
¿Cómo preparar la proteína en polvo?
Puedes mezclarla con agua, leche, leche de coco o probar en diferentes batidos. También puedes incluirla en otras recetas, como panqueques y muffins saludables. La proteína de suero de leche es una de las favoritas para consumir inmediatamente después del entrenamiento, ya que se digiere rápidamente. Mientras que la caseína es una proteína de liberación lenta, ideal para beber antes de acostarte, ayudándole a tu cuerpo cuando duermes.
Otra forma de aprovechar la proteína en polvo es al convertirla en una comida balanceada, combinándola con carbohidratos y grasas. Puedes incluir ingredientes como plátanos congelados, avena, bayas, mantequilla de nueces, aguacates y leche de coco. Sin embargo, debes tener cuidado de no hacer cambios demasiado drásticos en poco tiempo. Es más sostenible a largo plazo asegurarse de consumir alimentos integrales las 3 veces al día.
¿Deberías beber batidos los días de descanso?
Recuerda que la recuperación ocurre después de hacer ejercicio, por lo que el hecho de que no estés activo, no quiere decir que debas deshacerte de ella. El cuerpo tarda 48 horas en recuperarse del entrenamiento desafiante. Por lo que aún necesitarías proteínas para reparar tejidos y desarrollar músculo. Entonces, intenta comer de 20 a 30 g de proteína varias veces al día para la recuperación constante. Los batidos de proteína en días de descanso también son una excelente manera de tener estabilizados los niveles de azúcar en sangre y evitar los bocadillos.
¿Qué proteína se adapta mejor a tus objetivos?
Si buscas una buena proteína para bajar de peso, trata de elegir aquellos productos con un alto contenido en proteína, pero bajos carbohidratos, azúcares y calorías. Una proteína en polvo que sea fortificada con vitaminas y minerales es una gran opción. En cambio, si buscas ganar peso de forma sostenible, segura y desarrollar masa muscular, entonces elige un polvo con más calorías y opta por la proteína de suero.
Las investigaciones sugieren que usarla en compañía con el entrenamiento de resistencia, te ayudaría a mantener la masa corporal magra y aumentar la fuerza. Si eres vegano, puedes buscar proteína de guisantes o de cáñamo.