No debería extrañarnos saber que consumir demasiados alimentos con grasas saturadas y azúcar procesada aumenta las posibilidades de padecer obesidad.
Una dieta desequilibrada y la inactividad física son las principales causas del aumento de peso y por consiguiente las probabilidades de padecer enfermedades cardíacas, diabetes y cáncer aumentan.
Y aunque no se de cuenta puede estar aumentando de peso, a través de hábitos que seguramente están encasillados entre los más saludables.
Cambiar los siguientes hábitos posiblemente lo acercará más a su meta de pérdida de peso, incluso sin necesidad de llevar una dieta restrictiva.
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1-Comer rápido
Nuestro estomago tarda 20 minutos en mandarle la información a nuestro cerebro indicando cuando estamos llenos, por esta razón es importante comer despacio para evitar consumir más de lo que debemos. Además comer despacio nos ayudara a saborear la comida.
1- Comer alimentos con etiquetas bajos en grasa
Durante años, todos hemos estado comprando alimentos bajos en grasa porque se comercializan como saludables, pero la verdad es todo lo contrario. Los alimentos a los que se les ha eliminado la grasa natural pueden tener menos calorías, pero esa grasa se reemplaza con azúcar y otros aditivos químicos que en realidad son mucho peores.
Todo el azúcar se usa o almacena rápidamente en el cuerpo, dejándolo con hambre nuevamente en poco tiempo. Irónicamente, si acabara de comer una comida con una buena cantidad de grasas saludables e insaturadas, probablemente comería menos calorías totales durante el día porque permanecería lleno por más tiempo.
3-Omitir una o dos comidas
Parece que omitir una o dos comidas significaría menos calorías consumidas en un día. Y después de todo, consumir menos calorías de las que quema es el objetivo general. Desafortunadamente, esta práctica ha demostrado aumentar de peso, en lugar de rebajar unos kilos. La razón es doble.
Primero el metabolismo se ralentiza cuando omites una comida, lo cual significa que te tomara más tiempo quemar calorías cuando comes. Y la segunda razón es porque es más probable que comas en exceso cuando omites una comida, pues llegas a comer hambriento.
Según la sociedad americana de epidemiología encontró en una investigación; las personas que se saltaban el desayuno tienen 5 veces más posibilidades de sufrir de obesidad.
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4-Comer con amigos que les gusta la comida chatarra
Cuando pertenecemos a un grupo que apoya la comida chatarra, ciertamente caemos en la tentación. Entonces ya sea que tus amigos tengan sobrepeso o no, tienes el 57 por ciento de posibilidades de aumentar tu peso considerablemente.
Lo anterior no significa que deba terminar las relaciones que entabla con este tipo de personas, lo que debe hacer es planificar muy bien actividades que le permitan quemar más calorías.
5-No dormir bien
El aumento de peso y el sueño están directamente relacionados. No dormir bien aumenta el nivel de cortisol, la hormona del estrés, la cual interfiere con la capacidad de procesar el azúcar a través de la insulina, así que el aumento de azúcar induce a un aumento de grasa.
6-Comer porciones grandes
Una vez más, es posible que se pregunte cómo esto puede marcar la diferencia. El hecho es que inconscientemente usamos la porción del diámetro del plato para juzgar si nuestras porciones son suficientes. Cuando tiene un plato grande, la cantidad correcta de comida se verá como nada más que sobras de la mesa.
En un plato más pequeño, una porción razonable lo llena, haciéndonos sentir satisfecho porque el plato esta lleno. Y de hecho, se sentirás lleno, pero no demasiado. Por cierto, un estudio realizado en España determinó que las personas tienden a comer menos de los platos rojos, así que tenlo en cuenta cuando vayas a comprar vajilla nueva.
7- Olvidas las calorías líquidas
Bebidas como los refrescos y los jugos en realidad no hacen que las personas se sientan llenas, al menos no por mucho tiempo, pero solo una botella de una porción contiene la cantidad de azúcar que deberíamos tener en un día entero.
La cerveza y el vino también pueden tener muchas calorías, especialmente porque Consume solo una y para. Pero cuando pensamos en lo que consumimos durante un día determinado, rara vez se tiene en cuenta lo que bebimos. Lo siento, pero esas calorías también cuentan.
La mejor opción es beber agua durante el día, pero el té y el café ligeramente endulzados también son excelentes opciones que pueden evitar el aburrimiento sin agregar una tonelada de calorías en su día a día.
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8-Comer sin sentido
Uno de los peores momentos para comer es cuando estás viendo televisión, porque las estadísticas muestran que es probable que coma entre 5 y 10 veces más de lo que comería si no estuviera distraído. Sin embargo, no es solo la televisión.
Almorzar en el escritorio mientras trabaja o en medio de una discusión con su pareja o familia, puede crear distracción para comer en exceso sin que se de cuenta.
9-No planificar sus comidas
Si espera hasta que se muera de hambre para decidir qué cocinar, esa decisión será mucho más difícil. Literalmente no podemos pensar cuando tenemos hambre. Y honestamente, ¿cuándo fue la última vez que tuvo hambre y tomo una fruta en lugar de una galleta como refrigerio? Nuestros cerebros están programados para querer una gratificación instantánea.
Si realmente necesita un refrigerio, asegúrese de que su cocina esté repleta de cosas que se sientan un poco indulgentes y que a la vez ofrezcan una nutrición sólida, como chips de pita de trigo integral bañados en humus o guacamole.