Si sigues todos los pasos descritos anteriormente, notarás los resultados inmediatamente:
1ª semana: pérdida asegurada de entre 2,5 kg y 5 kg, a veces incluso más.
2ª semana en adelante: pérdida constante de entre 0,5 kg y 1,5 kg por semana.
Si es la primera vez que sigues este tipo de dieta, es probable que bajes de peso más rápido.
Asimismo, durante los primeros días experimentarás una etapa de adaptación mientras tu cuerpo se acostumbra a quemar grasas en lugar de carbohidratos, lo que se conoce como “gripe de los carbohidratos bajos”.
Consumir más grasas o añadir sodio a la dieta puede ayudarte en esta fase.
No te vengas abajo si compruebas que una semana no has perdido lo que esperabas.
Las básculas de peso no sólo miden la grasa, sino también los músculos, los huesos y los órganos internos.
Mientras eliminas grasa puedes estar ganando músculo y eso no se ve reflejado en la báscula.
Una pérdida de peso persistente, estable y a largo plazo requiere perseverancia, constancia y mucha paciencia: cambia el “chip” desde el comienzo y aprende a mantener tus nuevos hábitos para siempre.
Con información de: nutricionsinmas.com