Cada vez son más las personas que se preocupan por cuidar de su alimentación y realizar actividad física, no solo para mejorar su apariencia, también para mantenerse saludables. Sin embargo, existen otros hábitos que también se deben tener en cuenta, pequeños cambios que pueden hacer la gran diferencia. Esto sin la necesidad de sentirse abrumado por darle un giro radical a la vida al someterse a dietas o entrenamientos demasiado estrictos, sobre todo cuando se cuenta con poco tiempo debido a las múltiples actividades que se realizan en el día.
A continuación te enseñamos algunos de los hábitos más importantes para tener en cuenta, ya que son el primer paso hacia una vida más saludable y placentera, al conocerlos te darás cuenta que todos se complementan entre sí y son más fáciles de mantener de lo que alguna vez creíste. Ya que se trata de acciones tan básicas, pero que simplemente hemos olvidado darle la importancia que se merecen.
1-Duerme bien durante las noches
Descansar adecuadamente durante las noches es crucial para que el cuerpo pueda recuperarse y recargarse de energía al día siguiente. No solo evitas las ojeras, también mejora la memoria, atención, reduce el estrés, la inflamación y ayuda a obtener un peso saludable. Un adulto necesita un promedio de entre 7 u 8 horas de sueño sin interrupciones por la noche. Pero para algunas personas basta con 6 horas, mientras que para otros con 9 horas, de allí la importancia de escuchar a tu cuerpo y evaluar cómo te sientes cada mañana, esto determinará cuánto dormir.
Toma nota si eres productivo y feliz al dormir 7 horas, si no es así trata de aumentar los minutos hasta que empieces a sentir bien durante el transcurso del día. Para cumplir con el objetivo, recuerda irte a la cama más temprano, puedes empezar con unos minutos antes e ir aumentando poco a poco. Si tienes dificultades para conciliar el sueño, trata de adoptar algunas técnicas de relajación como el yoga o la meditación, un baño caliente, adecuar la habitación alejando la luz y los aparatos electrónicos.
2-Consume más frutas y verduras
Este grupo de alimentos son una fuente de vitaminas, minerales y fibra, entre otros nutrientes indispensables para que el cuerpo pueda funcionar bien. Por ejemplo al reducir el riesgo de enfermedades cardiacas, fortalecer el sistema inmunológico y mejorar la salud digestiva.
También ayuda a mantener la piel sana a media que se envejece y promueven la saciedad para mantener un peso saludable. Sin dejar a un lado la gran variedad en cuanto a precios, sabores, colores y su versatilidad, por lo que siempre deben estar presentes en cada comida. Pueden ser ensaladas, salteados, revueltos con huevo, al vapor, incluso en los populares batidos.
3-Bebe suficiente agua
Beber agua puede mejorar el aspecto de la piel para que se vea suave y sana, además de ayudarte a sentirte con más energía al prevenir la deshidratación. Pero al consumirse antes de una comida principal también favorece la saciedad, ya que ocupa más espacio en el estómago para que te sientas lleno, por lo que no necesitarás excederte en los alimentos. Incluso beber agua durante la comida, es la mejor forma de evitar las bebidas azucaradas repletas de calorías y que si perjudican la salud en su consumo frecuente.
4-Mueve tu cuerpo
A veces es difícil huir a un estilo de vida sedentario, gracias a que el trabajo en el escritorio requiere que te mantengas en una misma posición por varias horas, sumado a las largas jornadas que no dejan mucho espacio para dedicar a un gimnasio.
Pero es importante encontrar la forma para mantenerte activo durante el día, realice estiramientos después de un par de horas sentado, haga uso de la caminata temprano en la mañana, así sea unos cuantos minutos y suba escaleras. Los fines de semana puede realizar algún entrenamiento en casa, bailar, montar en bicicleta, practicar un deporte al aire libre que le guste, etc.
5-Usa protector solar
Muchas personas solo deciden usar el protector solar cuando se encuentran en la playa o en un paseo al aire libre. Pero lo cierto es que se debe proteger la piel de los rayos solares todos los días, ya que estos cada vez son más fuertes. Incluso se debe usar independientemente del clima que se encuentre en el exterior, ya sea nublado, con lluvia o soleado.
El hecho de aplicar una capa de protector solar en el rostro y en el cuerpo, le garantiza muchos beneficios para la piel al pasar el tiempo. Por ejemplo, previene el envejecimiento prematuro, combate las manchas y demás imperfecciones, así como reducir el riesgo de desarrollar cáncer.