La diarrea se describe como una necesidad frecuente de defecar, las deposiciones son blandas o acuosas. Entre las causas más comunes se encuentra una infección viral o bacteriana y alguna intolerancia alimentaria. Incluso la reacción adversa a un medicamento. Esta enfermedad puede ser aguda o crónica, en el primero de los casos solo dura un par de días, mientras que la diarrea crónica permanece al menos 4 semanas y por lo general se debe a un trastorno intestinal como la enfermedad de Crohn y la enfermedad celíaca. Existen algunas formas sencillas que mejoran la situación, pero si no sucede es necesario buscar ayuda profesional para el adecuado tratamiento.
1-Consumir alimentos de fácil digestión
Debes seguir una dieta más suave, que le permita a tu cuerpo reponer la flora bacteriana y mantenerse bien hidratado, de esta manera la recuperación puede darse con la rapidez necesaria. Algunas opciones son las sopas de verduras bajas en grasas, el puré de papa, zanahoria y de calabaza, arroz blanco, tostadas, galletas, gelatina.
También puedes consumir pollo, pavo o pescados preparados a la plancha y mejor si los incluyes desmenuzados en el plato. Bebe jugos de frutas naturales sin azúcar y colados, agua de coco, infusiones de manzanilla y hojas de guayaba. Entre las frutas se encuentra la banana verde, guayaba, durazno y manzana. Lo recomendable es que todos estos alimentos estén cocidos y sin cáscaras para evitar que el contenido de fibra empeore la diarrea.
2-Mantenerse hidratado
Es importante recuperar las sales minerales perdidas durante los episodios de diarrea, por lo que es un paso que no se debe ignorar. Algunas de las opciones son preparar el suero de forma casera o buscar aquellas soluciones de rehidratación oral comunes en el mercado. Lo más recomendable es que dicho suero se consuma después de cada una de las evacuaciones y cerca de la misma proporción en la que se pierde líquido con las heces.
3-Alejarse de las grasas e irritantes
En el grupo de alimentos a evitar se encuentran todos los que son ricos en grasas y aquellos que puedan irritar, como los picantes, salsas Y pimienta. También se incluyen bebidas alcohólicas, refrescos, leche, helado, café, té verde o negro, los frijoles, uvas y ciruelas pasas. De igual manera se recomienda evitar alimentos que produzcan gases, ya que aumentan las molestias en tu cuerpo. Este sería el caso del brócoli, la coliflor y maíz, entre otros.
4-Consumir probióticos
Se trata de bacterias beneficiosas que viven en el intestino y que pueden adquirirse a través de alimentos, en especial los fermentados. Por ejemplo, la kombucha, el kéfir y yogur natural. También están disponibles en forma de suplementos, por lo que se encuentran con facilidad en las farmacias, su consumo mejora la flora bacteriana, ayudando a combatir y prevenir enfermedades intestinales. Favorece tu digestión y fortalece el sistema inmune.
5-Incluir medicamentos
El último paso es buscar la ayuda de un médico, sobre todo cuando la diarrea se vuelve muy frecuente y está acompañada de otros síntomas de alerta. Por ejemplo, fiebre, vómitos, dolor abdominal intenso, que las heces aparezcan con sangre o pus. También se debe estar muy atento a varios de los signos de deshidratación, estos serían piel y boca seca, sensación de sed, somnolencia, letargia o cambios en el estado de conciencia.
Recuerda que aunque en el mercado existen varios medicamentos para tratar la diarrea, solo deben utilizarse bajo la recomendación de un profesional. Es quien indicará el tratamiento dependiendo de la causa y el historial de cada persona. Algunos de los medicamentos que le podrían recetar es racecadotrilo para reducir la secreción de agua y que las heces estén más duras. Así como loperamida, que disminuye los movimientos del intestino.