Entre viajar al trabajo, sentarnos en un escritorio durante horas y luego regresar a casa, la cantidad de horas que pasamos sentados es mucho más de lo que necesitas o debería ser. Ni siquiera olvidemos el tiempo de sesión adicional que agregamos después de llegar a casa para ver nuestro programa favorito en la televisión.
Según una investigación, quienes se sientan más de ocho horas al días sin actividad física se enfrentan a riesgos similares a los que plantean la obesidad y el tabaquismo. No suena muy bien, ¿verdad?. Dado al estilo de vida que llevamos la mayoría de nosotros y el tipo de trabajos que tienen la mayoría de las personas, pasar horas sentado es casi innegociable. Sin embargo, hay una manera de compensar estar sentado tanto tiempo, asegurándote de hacer ejercicio todos los días. Equilibrar las horas que pasas sentado con suficiente actividad física es muy importante. Entendemos que puedes sentirse demasiado perezoso para despertarse por la mañana o demasiado cansado después de un día entero de trabajo para ir al gimnasio, pero te guste o no, es algo que debes hacer por el bien de tu salud.
Estos son algunos consejos que, con suerte, te ayudarán a levantarse del sofá y hacer ejercicio todos los días.
1. Una rutina establecida
Hacer ejercicio solo parece difícil al principio. Una vez que lo conviertas en un hábito, parecerá parte de tu vida, una parte a la que pronto te resultará difícil renunciar. Tienes que esforzarte un poco al principio para levantarte y ponerte en movimiento, hasta que se convierta en parte de tu rutina.
Para que Tu entrenamiento forme parte de Tu rutina, trata de hacerlo a la misma hora todos los días. Ya sea por la mañana antes del trabajo o por la noche después del trabajo, establece un horario fijo y respételo. Así tu mente pronto comenzará a reconocer esa hora como dedicada a la actividad física.
2. Planificación
Tu entrenamiento no debe ser negociable para ti. Trata de programar tu entrenamiento en tu día como lo haría con cualquier reunión importante. Informa a tu familia y amigos que no está disponible en ese momento y planifica tus salidas sociales en torno a tu tiempo de entrenamiento.
3. Prepara tu bolsa de entrenamiento la noche anterior
Ya sea que vayas a correr al parque o al gimnasio después del trabajo, asegúrate de tener todo lo que necesitas la noche anterior. Preparar una bolsa de gimnasia cuando estás apurado para ir al trabajo por la mañana se siente como una molestia y te dará una excusa para saltar el entrenamiento. Así que asegúrate de tener todo antes de dormir, incluido tu atuendo, una botella de agua, un refrigerio antes del entrenamiento o cualquier otra cosa que puedas necesitar.
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