El desayuno es una de las comidas más importantes del día y por lo tanto debe mantenerse saludable par que tu cuerpo realice cada una de sus funciones de forma adecuada. En la mayoría de los casos se comenten algunos errores que al ser frecuentes pueden llegar afectar tu proceso de pérdida de peso y salud en general. A continuación te enseñamos cuáles son algunos de esos hábitos que deberías considerar cambiar, teniendo en cuenta que tu alimentación sea balanceada para que aporte todos los nutrientes necesarios.
1-Incluir leche no láctea azucarada
Las bebidas de origen vegetal se han vuelto bastante populares por los últimos años, ya que se consideran alternativas saludables a la tradicional. La bebida de almendras, coco y soja pueden llegar a ser grandes opciones, pues son nutritivas, versátiles y deliciosas, siempre que elijas las que no contienen azúcar agregada. Si no tienes en cuenta revisar las etiquetas al ir de compras, podrías estar consumiendo más ingredientes perjudiciales de los que crees y así beber muchas calorías.
2-Sobrecargar los batidos
Esta es una forma rápida de obtener un desayuno nutritivo gracias a las verduras y frutas incluidas, pero al mismo tiempo puede contener bastante azúcar. En un principio genera un buen impuso de energía, sin embargo, cuando los niveles de glucosa en la sangre bajen, te sentirás lento de nuevo. La mejor opción para preparar un batido saludable es agregar a la licuadora una buena porción de verduras e incluir pequeñas cantidades de frutas enteras en lugar de los jugos. Recuerda evitar añadir azúcar o cualquier otro edulcorante, así como no excederse con las frutas, ya que esas calorías se acumulan.
3-Incluir avena instantánea
Este es uno de los alimentos más consumidos dentro de un estilo de vida saludable, ya que proporciona diferentes nutrientes, entre los que se destaca la fibra. Disfrutar de un tazón de avena puede ayudar a adelgazar y reducir el colesterol, pero siempre que se elija la versión correcta. No todas las avenas son buenas para la salud, aquellos paquetes de cocción rápida que se encuentran en el mercado contienen altos niveles de azúcares simples que contribuyen al aumento de peso, reducir la energía y afectar la salud. Intenta buscar copos enteros, como la avena arrollada o cortada en acero que se digiere lento para que estés lleno por más tiempo y estabiliza los niveles de azúcar en la sangre.
4-Excederse con los cereales
Este alimento tradicional que se promociona en los supermercados puede llegar a tener grandes cantidades de azúcar, por lo que es muy importante revisar las etiquetas y optar por marcas más saludables. También es fundamental no abusar de las porciones, ya que consumir tantas cosas dulces al mismo tiempo, eleva los niveles de azúcar en la sangre. Si no puede alejarse de su tazón diario de cereal, intente buscar aquellos que tengan mínimo 5 gramos de fibra y menos de 8 gramos de azúcar en toda la caja.
5-Siempre elegir leche desnatada
Los tipos de leche sin grasa se han considerado como una opción más saludable, pero lo cierto es que lo que se ahorra en calorías se pierde a medida que el cuerpo no pueda absorber sus nutrientes. Se dice que las vitaminas con las que se encuentra fortificada la leche son solubles en grasa, por lo que necesitan un poco para estos nutrientes. Es por eso que algunos especialistas recomiendan utilizar leche al 1% o 2%, también bebidas no lácteas como la de almendras sin azúcar.
6-No consumir suficiente proteína y grasas
Tu alimentación debería ser la más variada posible, de tal manera que tu organismo obtenga todos los nutrientes necesarios para rendir a lo largo de tu día. La proteína te da energía, mientras que las grasas saludables ayudan a mantenerte lleno y así evitar los antojos. Recuerda que no todas las calorías son iguales, lo que componen esas calorías es lo más importante y estas deben provenir de alimentos de calidad. Los mejores desayunos son aquellos que incluyen grasas y proteínas saludables, como son los huevos, el requesón, la mantequilla de nueces y el yogur.
7-Beber café a primera hora
Una taza de café es la opción preferida de muchas personas para sentir que su día ha comenzado, pero beberlo en ayunas podría ser demasiado ácido en tu organismo. También el combinarlo con tu desayuno lograría prepararte para comer en excesos con el paso de las horas, ya que puede enviar la señal al cerebro de que estás lleno y no necesitas ingerir más por ahora. Esto afecta los niveles de hambre, energía y concentración, por lo que lo ideal seria beber café después de tu desayuno.
8-Creer que el café no tiene calorías
A diferencia de un café negro tradicional, debes tener cuidado con otras versiones de esta bebida, ya que contienen calorías y azúcares. Por ejemplo, una taza con leche y uno o dos tragos de expreso tiene un aproximado de 140 calorías, fuera del azúcar o saborizantes que aumentan el número. Para disfrutar de tu café, evita agregar varios paquetes de edulcorante, intenta con uno a la vez hasta que se acerque al sabor que te guste, también se recomienda la canela como una alternativa natural.
9-Elegir siempre un yogur descremado
Para tener un proceso de pérdida de peso exitoso, no es necesario considerar a todas las grasas como perjudiciales, en cambio el azúcar si lo es. En la mayoría de los casos, las personas eligen productos bajos en grasas, pero para compensar la falta de este ingrediente, muchas marcas agregar azúcares y edulcorantes artificiales. Aléjate de los yogures con sabor y prueba los que son sin azúcar, con baja o toda la grasa, luego agrega un poco de fruta fresca para un desayuno más satisfactorio.
10-Consumir solo las claras de huevo
Las claras de huevo contienen proteína, son bajas en grasas y calorías, pero gran parte de la nutrición se encuentra en las yemas, ya que proporcionan vitaminas B, D y hierro. Consumir el huevo entero te mantendrá satisfecho por más tiempo. Si te preocupa el colesterol puedes reducir la cantidad en la semana a solo 5 u 8 huevos, tampoco sobrecargar el plato con otros alimentos cargados de aceite y mantequilla. Aunque algunos estudios afirman que su consumo no aumenta los niveles de colesterol.
12-No incluir frutas o verduras
A la hora de preparar un desayuno completo es importante que este presente una porción de vegetales o fruta, ya que están repletas de vitaminas, minerales y fibra. Te recargan de energía y fortalecen tu sistema inmunológico, entre otros grandes beneficios. Además, existen muchas opciones deliciosas para darles la oportunidad, por ejemplo, un plato de huevos con espinaca y tomates, aguacate en tu sándwich, plátano en una tostada o una pequeña porción de fruta fresca picada.
13-No prestar atención a lo que se come
La falta de tiempo en las mañanas hace que se tomen malas decisiones en cuanto a que desayunar y termines eligiendo productos ya listos para consumir, pero que no son tan saludables como parecen. El no dedicarle algunos minutos a la preparación de un buen desayuno o dejar todo listo con anticipación, así como no concentrarte en lo que estás consumiendo aumenta la posibilidad de que quedes insatisfecho y sientas hambre poco después. Incluso, provoca problemas de digestión debido a masticar rápido los alimentos.
13-Esperar demasiado para comer
Algunas personas al despertar no experimentan ese deseo por consumir alimentos y quizás este sea el momento de echar un vistazo a los hábitos alimentarios que se tuvieron el día anterior. Ya que es probable que estés comiendo demasiado en las noches. También es una buena idea intentar suministrarle algo a tu cuerpo, así sea un plátano dentro de hora y media después de levantarse de la cama, esto para reactivar el metabolismo y evitar tener hambre más tarde a tal punto de terminar en excesos.