Descubre cómo hacer aceite esencial para tratar el estrés

En algún momento de la vida hemos pasado por situaciones que nos generan mucho estrés. Así que sentirlo de vez en cuando es normal en la vida de cualquier persona con responsabilidades. Aunque muchas veces es inevitable sentirse así, existen alguno tips para podernos calmar, del mismo modo que se pueden elaborar ungüentos para aliviar la sensación.

¿Que es el estrés y cuales son sus síntomas?

El estrés es un conjunto de sensaciones, que aparecen cuando existe tensión nerviosa a causa de situaciones relacionadas con el ámbito laboral o personal. Es decir por exceso de trabajo, algún evento aterrador, muchas tareas por realizar en el dia, ansiedad o cualquier situación que supere sus capacidades, por lo que la persona trata de cumplir exigiendo más de lo normal.

El estrés causa diferentes síntomas tanto físicos como emocionales, a continuación veremos cuales son los más frecuentes:

  • Dolor de cabeza y ganas de vomitar
  • Disminución en la concentración o la memoria
  • Diarrea, estreñimiento o algún problema estomacal
  • Cambios en el peso corporal
  • Cansancio frecuente
  • Rigidez en el cuello o mandíbula
  • Insomnio o somnolencia
  • Cuando el estrés se presenta por mucho tiempo puede causar problemas sexuales, cardiovasculares y envejecimiento

Aceites para el estrés 

Los aceites son esa sustancia que se obtiene de diferentes elementos naturales, como lo son las plantas, flores y semillas. Sus propiedades se  utilizan como antisépticos, antiinflamatorios, regenerador celular, calmantes y relajantes. Es por ello que la aromaterapia es una buena forma de combatir la ansiedad y el estrés al inhalar su esencia, al igual que los ungüentos.

Aceite de lavanda

Es uno de los más efectivos para relajarse, disminuir la ansiedad, el dolor de cabeza y la tensión muscular asociada al estrés. Además de mejorar el sueño, el estado de ánimo durante días largos y difíciles.

Según la universidad de münster en alemania afirmó que su uso ayuda a reducir la ansiedad. Es uno de los pocos aceites que se puede usar directamente sobre la piel sin riesgos de irritarla. Ayuda a conciliar el sueño y dormir profundamente al aplicar unas gotas en la almohada.

Aceite de menta

Proporciona una sensación relajante, al mismo tiempo que alivia los dolores de cabeza e inclusive episodios de migraña, náuseas y vómito. También son ideales para el estrés el aceite de geranio, naranja, pino y canela.

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1- Aceite de incienso, ciprés y lavanda

Preparación 

  • En un recipiente vacío de 30 ml, agregar aceite vegetal de hipérico, luego 7 gotas de aceite esencial de lavanda, 7 gotas de aceite esencial de incienso y 7 gotas de aceite esencial de ciprés. Por último tapar el recipiente de vidrio, luego agitarlo un poco para que se mezclen bien todos los ingredientes.

Recomendaciones

  • Es recomendable aplicarlo antes de dormir en el pecho como si fuera una crema o colocar unas gotas debajo de la nariz. Para que los componentes entren al torrente sanguíneo.
  • También puedes  aplicarlo como crema para el cuerpo después de la ducha por las noche, para evitar que el sol cree manchas. Sus componentes volátiles penetran ayudando a relajar el sistema nervioso y brindar paz, calma, serenidad.
  • Otra opción, es añadir un chorrito de la mezcla con agua caliente para realizar un baño de tina relajante durante 15 minutos.

2-Aceite de romero, menta y lavanda 

Preparación 

  • Este ungüento es especial para relajar los músculos y disminuir el dolor. Solo debes poner 1/2 taza de aceite de coco en un recipiente resistente al calor y fundir al baño maría durante unos minutos. Luego agregar 2 cucharadas de cera de abejas, hasta que se integren.
  • Después retirar del fuego y añadir una cucharada de cada aceite  esencial de lavanda, menta, romero. También incorporar 3 cucharadas de aceite de oliva y revolver con un utensilio de madera hasta integrar bien.
  • Por último añadir el ungüento en un frasco de vidrio y déjalo al aire libre hasta que se solidifique. Cuando la textura sea la deseada, tapar y guardar en un lugar fresco.

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