Maquillarnos es tan importante para nosotras como cualquier hábito diario que realicemos, pues este hace que luzcamos radiantes y esconder las pequeñas imperfecciones que tenemos.Por eso hoy te traemos diferentes opciones para que elijas la base de maquillaje.
Diferentes marcas, texturas, colores y matices existen en el mercado para cada tipo de piel. No es necesario un profesional en maquillaje para saber que la base de un maquillaje es la que marca la diferencia. Si quieres lucir perfecta y que tu piel tenga un aspecto saludable, limpio y aterciopelado, debes prestar mucha atención a tu base de maquillaje.
Base líquida
Es apta para todas las pieles, aunque si tu piel es grasa, es mejor que optes por tipos de oil free. Su grado de cobertura media-baja es genial para tapar pequeñas imperfecciones, como esas pequeñas manchitas del acné. La textura de este tipo de maquillajes es muy ligera, lo que hace que su acabado sobre nuestra piel sea más natural. Para una aplicación óptima, puedes ponerla con tus manos, de esta forma lograrás que se adapte mejor a tu rostro.
Base en crema
Si lo que quieres es lograr un maquillaje ligero, olvídate de las bases en crema. Este tipo de bases tiene una cobertura muy densa, más indicada para corregir las imperfecciones típicas de la piel madura. Uno de sus mayores beneficios es su larga duración, ya que el producto queda fijado sobre el rostro sin a apenas necesidad de retoque. Debido a su textura algo más grasa que la de otros maquillajes, es recomendable aplicarlo ayudándose de una brocha kabuki, y con pequeños toquecitos.
Base compacta
Este tipo de maquillaje es perfecto si tu piel es grasa, ya que le dará a tu piel un acabado natural y aterciopelado. Por otro lado, si tu piel es seca, huye de este tipo de bases, ya que resecarán aún más tu cutis, incluso puede llegar a marcar las arrugas o líneas de expresión.
Su cobertura es media-alta, llegando a cubrir las manchas más oscuras. Respecto a su duración, no puede compararse a la de los maquillajes en crema, sin embargo su formato permite que lo lleves en el bolso y que puedas retocar tu maquillaje a lo largo del día. Estas bases suelen ir acompañadas de una esponja, la cual también puedes humedecer para extender mejor el maquillaje.
Base en stick
Su cobertura es tan alta que puede incluso llegar a sustituir a tu corrector. Olvídate de ojeras y granitos. Su dureza te puede ayudar a ser más precisa a la hora de cubrir zonas más complicadas. Además es perfecto para realizar la rutina del contouring. Aunque hay fórmulas que se adaptan a todo tipo de piel, hay otras que pueden déjarla demasiado grasa, todo depende de la marca o tipo de maquillaje en barra que elijas.
A la hora de aplicarlo, procura siempre que el stick esté vertical, para que el maquillaje vaya siempre a la zona deseada, e intenta aplicarlo desde dentro hacia fuera, así evitarás que se acumule mucho producto en algunas zonas.
Base en polvo
Si tu tipo de piel es seca, huye en dirección contraria, porque este tipo de bases resecarán mucho tu piel y hará que aparezcan pliegues en tu maquillaje.
Para aplicarlo, puedes utilizar un pincel de cerdas naturales. Y si tu maquillaje en es de polvos minerales, recuerda que debes calentarlo a través de movimientos circulares de tu pincel, lo que activará los ingredientes de su fórmula, y su absorción en la piel, será mayor.
Con informaciòn: enfemenino.com