El estrés es esa respuesta natural que se desencadena cuando percibimos una amenaza o desafío, en donde varias sustancias químicas y hormonas circulan por todo el cuerpo. Lo que se considera normal y común, pues todos en algún momento de la vida experimentamos este tipo de situaciones. Sin embargo, sufrir estrés de forma frecuente trae consigo efectos negativos en el cuerpo, logrando que la salud física y mental se vea seriamente comprometida. Por ello es importante conocer algunas formas en las que puedas encontrar un equilibrio durante este tipo de situaciones.
Encontrar aceptación
A menudo estamos en la búsqueda de formas para crear un estilo de vida que vaya en sintonía con nuestros valores, que promuevan la buena salud y que nos ayude a lidiar con los golpes de la vida. Aunque todo esto hace parte del manejo del estrés y puede ayudar a reducirlo, existen algunas ocasiones en las que nos enfrentamos a factores que ocasionan un desequilibrio, independientemente de los planes que se tengan para aliviar el estrés.
Esto de sebe a que no siempre se puede planificar las cosas y el equilibrio no es estático, entonces surge la necesidad de hacer ajustes para encontrar un nuevo equilibrio que funcione. Así que no debemos culparnos por las dificultades que se encuentren en el camino como si el equilibrio fuera fácil o inmediato. Cuando seguimos estándares poco realistas de afrontamiento, simplemente creamos más estrés en una situación que ya es estresante.
Crear espacios para el descanso
Existen algunas técnicas que pueden ayudarle a conectar mente y cuerpo para enfrentar un desafío, ya sea grande o pequeño. De tal manera que puedas avanzar y recuperar el equilibrio después del contratiempo, por ejemplo incluir el yoga y la meditación en la rutina matutina. También debes tratar de buscar espacios para que puedas tener descansos durante el día, así como tomar un poco de agua, comer algo. Estirarse para eliminar cualquier tensión en el cuerpo que puedas estar reteniendo.
De igual manera debes tener en cuenta que si trabajas desde casa aunque resulte beneficioso en ciertos aspectos, termina siendo agotador. Pues se facilita el trabajo en exceso al no saber cómo y cuándo parar, por ello es importante establecer límites en tu rutina para evitar el agotamiento y la sensación de continuo estrés.
Practicar la atención plena
Es de suma importancia estar conscientes de nuestras necesidades personales. Por ello trata de utilizar la atención plena para escuchar a tu cuerpo y descubrir lo que realmente necesita, no es necesario ser tan duro consigo mismo. También puedes expresar tus sentimientos en el papel, como si se trata de un diario, esto puede ayudar a procesarlos y dejarlos ir.
Incluso puede llegar a favorecer la lluvia de ideas sobre posibles soluciones, así como escribir sobre sentimientos de gratitud por todo lo que va bien en la vida. Todas estas prácticas pueden ayudarte a sentirse más equilibrado y centrado.
Buscar ayuda
No necesariamente tienes que lidiar con todo sólo, otra gran opción es tratar de buscar ayuda en una persona cercana, confiable y comprensiva. De modo que puedas hablarle de tus sentimientos, también que te ayude a pensar en algunas soluciones a los problemas por los que estas pasando.
De esta manera puedes aprovechar todos los beneficios del apoyo social, como obtener nuevas perspectivas, incluso ayudarte a dejar de pensar por un tiempo en esas situaciones que te generan mucho estrés. Si no puedes encontrar este tipo de alivio emocional en algún amigo o familiar que verdaderamente te aprecie, hablar con un terapeuta puede ser útil y efectivo.