Los ejercicios Kegel sirven para fortalecer el suelo pélvico, que sostiene los órganos reproductores e intestinos. Existen varios factores que pueden debilitar los músculos del suelo pélvico, como el embarazo y parto, también influye el envejecimiento, aumento de peso, cirugías. Incluso el esfuerzo excesivo por estreñimiento o tos crónica. Esto ocasiona incontinencia tanto urinaria como de heces, por lo que mujeres y hombres pueden beneficiarse de los ejercicios, siempre que se realicen de la manera correcta. Aquí te explicamos esos tres errores más frecuentes.
Recuerda que debes vaciar tu vejiga antes de hacer este tipo de ejercicios, también es muy importante encontrar un lugar que sea tranquilo y privado para sentarte o acostarte si eres principiante. Después de practicar por un tiempo, es probable que ya puedas hacerlos desde cualquier lugar. No te desanimes si no encuentras resultados de inmediato, quizás tarde algunos meses en notarse los efectos y también funciona diferente en cada persona.
Errores comunes en los ejercicios de Kegel
Se trata de ejercicios simples de apretar y soltar, pero que en muchas ocasiones no se hacen bien, sobre todo si tienes dolor en el abdomen o la espalda después de cada sesión. Los músculos de la espalda, abdomen y glúteos deben mantenerse sueltos, tampoco es necesario excederse. Cuando trabajas demasiado los músculos, pueden cansarse y no cumplirán sus funciones, así que evita realizar estos errores para que los ejercicios sean efectivos.
1-No estás contrayendo tus músculos
Algunas personas creen que están haciendo de la forma correcta los ejercicios, pero en realidad solo estarían empujando y no apretando. Lo primero es identificar los músculos, así que para ello coloca un dedo limpio dentro de la vagina y aprieta los músculos vaginales alrededor del dedo. Otra de las opciones, siendo la más sencilla es tratar de detener el flujo de orina a la mitad, de manera que sientas cuando se contraen y relajan.
Sin embargo, esto solo es para aprender. No es bueno detener el flujo de orina con regularidad o realizar los ejercicios cuando se tiene la vejiga llena, el vaciado incompleto aumenta el riesgo de infecciones. En el caso de los hombres, deben insertar el dedo en el recto e intentar apretarlo sin involucrar abdomen, nalgas y muslos, otra forma es tensar como si quisiera evitar la expulsión de gases o como en el caso de las mujeres, impedir el flujo de orina. Después de identificar los músculos, se puede realizar los ejercicios en una posición que sea cómoda.
2-Estás apretando músculos equivocados
Recuerda que no es el abdomen, ni las nalgas o los muslos. Si en el momento de realizar los ejercicios colocas tu mano en el vientre y sientes como los músculos de esta zona se aprietan, entonces no están apretando el lugar correcto. De igual manera si sientes que tus nalgas se tensan y se levantan. Para realizar estos ejercicios imagina que estás sentado en una canica y debes contraer los músculos pélvicos para poder levantarla. Prueba esto por unos segundos, luego relájate, recuerda que no es necesario contener la respiración, hazlo de forma libre.
3-La práctica no es en el momento adecuado
Intenta realizar los ejercicios por al menos 3 series con 10 a 15 repeticiones a lo largo del día. Esto requiere de práctica y concentración, ya después de varias semanas o meses tendrás pérdidas de orina con menor frecuencia que antes y si quieres mantener esos beneficios permite que los ejercicios Kegel hagan parte de tu rutina diaria.
Puedes hacer los ejercicios en cualquier momento libre, incluso cuando estés sentado en el sofá, quizás en el tráfico de la ciudad o esperando a que te atiendan en algún lugar. Todo esto a excepción del momento en que te encuentres en el baño haciendo tus necesidades, no es necesario detener el flujo de la orina con regularidad.