La prueba del Papanicolau o citología vaginal es un procedimiento en el cual se examina la presencia de células pre cancerosas o cancerosas en el cuello uterino, que es la abertura del útero. De allí la importancia de realizarla con frecuencia para el tratamiento pueda ser oportuno. Además, el acudir al médico para programar este examen también permite la detección de otros problemas de salud, de los que hablaremos a continuación.
Recuerda que para que dicha prueba sea lo más eficaz posible en sus resultados, lo recomendable es evitar tener relaciones sexuales, realizar duchas vaginales o introducir medicamentos al menos 2 días antes de la cita médica. Así como tratar que no coincida con el periodo menstrual. El estar relajada y respirar profundo para mantener la calma ayuda para que el procedimiento no resulte tan incómodo.
1-Vaginosis bacteriana
Ocurre cuando existe un desequilibrio entre las diferentes bacterias que se encuentran de forma natural en la vagina, allí las bacterias malas proliferan y logran dominar a las que son beneficiosas. Si no se trata a tiempo puede provocar complicaciones, así como aumentar el riesgo de infecciones de trasmisión sexual. Entre los síntomas más comunes se encuentra la sensación de ardor al orinar, picazón y dolor bulbar, secreción gris o blanca y con olor a pescado. El mal olor puede empeorar después de un encuentro sexual sin protección.
2-Candidiasis
Se trata de una infección por hongos que puede provocar irritación, flujo e intensa picazón, también causa ardor al orinar y al tener relaciones sexuales. El hongo cándida albicans es el responsable de la mayoría de infecciones por hongos vaginales y es un problema de salud bastante común, 3 de cada 4 mujeres llegan a tenerla en algún momento de su vida. El crecimiento excesivo de hongos puede ser a causa de antibióticos que alteran la flora vaginal, el embarazo y la diabetes no controlada. También influye el tener un sistema inmunológico débil, los malos hábitos alimenticios y los desequilibritos hormonales.
3-Herpes
Es una infección de transmisión sexual que causa ampollas cerca o alrededor de la vagina, ano y nalgas. Estas pueden aparecer unos días o semanas después del contagio, también ocasionan úlceras cuando las ampollas se rompen y supuran, lo que causa dolor al orinar. Durante el brote inicial puede que tenga síntomas similares a los de la influenza. Entre los que se encuentra dolor de cabeza, dolor muscular y fiebre, aunque es muy probable que no tenga ningún síntoma. El tratamiento médico es capaz de reducir los brotes, pero no cura el virus del herpes simple. Este virus puede permanecer inactivo en el cuerpo y reactivarse varias veces en el año.
4-Virus del papiloma humano
Se trata de una infección viral en donde existen más de 100 variedades y algunos de sus tipos se transmiten a través del contacto sexual, logrando afectar los genitales. El contagio puede provocar la aparición de verrugas, que por lo general tienen forma de coliflor. También llega a ocasionar cáncer de cuello uterino, ano y garganta. Debido a que el cáncer en su estado más temprano no causa síntomas, es de suma importancia someterse a pruebas para detectar cualquier cambio en las células del cuello uterino, una vez que inicia su vida sexual.
5-Cáncer del cuello uterino
Es un tipo de cáncer que inicia en la zona que conecta la parte inferior del útero con la vagina y por lo general no causa síntomas hasta que se encuentre en etapas muy avanzadas. Cuando estos síntomas aparecen se trata de sangrado inusual entre periodos o después de las relaciones sexuales. Flujo vaginal diferente, dolor en la pelvis, necesidad de orinar con frecuencia y dolor al hacerlo. El cáncer ocurre cuando las células sanas del cuello uterino desarrollan cambios (mutaciones) en el ADN, logrando que se multipliquen fuera de control y en la mayoría de los casos el virus del papiloma humano juega un papel importante.
6-Tricomoniasis
Es otra infección de transmisión sexual causada por un organismo protozoario unicelular llamado trichomonas vaginalis. A menudo no presenta síntomas, pero cuando aparecen es común que tenga flujo vaginal espumoso y con olor desagradable, ardor, picazón, hinchazón o enrojecimiento vaginal. Se puede curar con antibióticos, pero si su pareja no recibe tratamiento, puede volver a contraerla. También es importante que espere a que desaparezca antes de iniciar de nuevo su vida sexual. Entre las posibles complicaciones se encuentra que pueda aumentar el riesgo de contraer otras enfermedades de transmisión sexual y esto puede terminar en enfermedad inflamatoria pélvica. Esta afección bloquea las trompas de Falopio, causando esterilidad y dolor abdominal.
7-Cambios anormales en las células
Como ya lo hemos mencionado, una de las principales funciones de la citología es la detección temprana de cualquier cambio en las células que pueda avisar de un posible riesgo de progresión de cáncer. Los resultados inusuales que se encuentren en la prueba no necesariamente indican que tenga cáncer de cuello uterino, todo depende del tipo de células descubiertas. Entre las que se encuentran
Células escamosas atípicas de significado indeterminado (ASCUS): Las células escamosas son delgadas, planas y crecen en la superficie de un cuello uterino sano. En ocasiones la prueba puede detectar que son levemente anormales y requiere seguimiento para verificar las presencia de algunos tipos de virus que promueven el desarrollo de cáncer, si no hay virus de alto riesgo el resultado no es motivo gran preocupación.
Lesión intraepitelial escamosa: Indica que las células recolectadas en el examen pueden ser pre cancerosas. Si los cambios son de bajo grado, es probable que falten varios años para que se conviertan en cáncer. Cuando son de alto grado, existe el riesgo de que se convierta en cáncer en menor tiempo.
Células glandulares atípicas: Las células glandulares producen moco y crecen tanto en el cuello uterino como dentro del útero. Pueden parecer levemente anormales, pero no está claro si son cancerosas, por lo que se necesitan más pruebas para el correcto diagnóstico.