Un plato ideal para sentirte llena y estar bien alimentada que, también, encaja en una dieta vegetariana. Solo tienes que añadirle, por ejemplo, unas avellanas picadas o enteras, a modo de tropezones y, junto con las proteínas de los garbanzos, suplirás la falta de carne. Y si eres vegana, queda igual de deliciosa con cualquier leche vegetal.
Ingredientes:
-250 g de garbanzos cocidos
-1 cebolla
-400 g de zanahorias
-200 g de calabaza
-2 pencas de apio
-1 pizca de comino molido
-1 rama de canela
-1 vaso de leche evaporada
-Aceite de oliva
-Sal
-Pimienta
-500 ml de agua
Preparación:
-Pochar la cebolla. Es uno de los trucos infalibles para que las cremas queden más gustosas. Pelas la cebolla, la cortas en plumas y, en lugar de hervirla directamente con el resto de hortalizas, la pochas durante unos 10 minutos aproximadamente con un hilo de aceite en la cazuela en la que vas a hacer la crema.
Preparar el resto de hortalizas. Mientras se pocha la cebolla, puedes preparar el resto. Raspa las zanahorias y limpia el apio. Lava ambos y córtalos en rodajas. Y también pelas la calabaza, la limpias y la troceas.
-Cocer los ingredientes. Añade a la cazuela con la cebolla pochada, el apio, las zanahorias, la calabaza, los garbanzos previamente cocidos, así como la rama de canela y 500 ml de agua y ponlo todo a cocer.
-Elaborar la crema. Después de cocinar todos los ingredientes con la cazuela tapada durante unos 35 minutos más o menos, apagas el fuego, retiras la rama de canela, y trituras el conjunto. Finalmente, agrega la leche evaporada, la sal, la pimienta y el comino. Y cuécelo todo alrededor de 5 minutos más.
Emplatar y servir. Sirve la crema cuando todavía esté caliente en boles individuales. Y decóralos con un hilo de aceite crudo de oliva por encima y un poco de pimienta picada.