La esclerosis múltiple es una enfermedad que afecta al sistema nervioso central, es decir a la médula espinal y el cerebro. En este caso el sistema inmunitario ataca a la vaina de mielina, la cual recubre las fibras nerviosas, como resultado se pierde comunicación entre el cerebro y el resto del cuerpo.
Hasta el momento no se ha encontrado cura para la enfermedad, pero existen tratamientos que facilitan la recuperación de los ataques y disminuir sus síntomas. Estos síntomas son diferentes dependiendo de la gravedad en la lesión de los nervios. Por ejemplo algunas personas pierden la capacidad de caminar, algunos lo hacen con ayuda y otros no experimentan síntomas graves durante periodos largos.
Síntomas comunes
Como se dijo anteriormente la señal que el cuerpo envía dependen de la gravedad en la lesión, por lo general disminuye el movimiento, sin embargo los síntomas comunes de esta enfermedad son los siguientes:
- Entumecimiento en las extremidades
- Sensación de choques eléctricos, sobre todo cuando se inclina hacia adelante.
- Temblores y poca coordinación
- Problemas de visión, por lo general al mover un ojo
- Visión doble y borrosa
- Fatiga y mareos
- Hormigueo y dolor en algunas partes del cuerpo
- Problemas con la vejiga, intestinos y la sexualidad
Desarrollo de la enfermedad
Las personas con esclerosis múltiple tienen momentos en los que se presentan recaídas y otros en los que aparecen síntomas nuevos durante semanas. Con el tiempo mejoran poco o totalmente los síntomas. Si los síntomas empeoran, conlleva a problemas de movilidad y marcha.
Entre las causas se dice que se debe a factores genéticos y ambientales en el que nuestro sistema inmune ataca sus propios tejidos que destruye la sustancia protectora de las fibras nerviosas del cerebro y médula espinal. Cuando esta situación ocurre los mensajes enviados se interrumpen o llegan en periodos largos.
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Factores de riesgo
Algunos grupos poblacionales pueden llegar a ser más vulnerables que otros, por eso este tipo de personas corren el riesgo de desarrollar la enfermedad.
- La edad, el sexo y la raza: Afecta con más frecuencia a personas entre los 16 y 55 años, las mujeres 3 veces más probabilidades de padecer la enfermedad en comparación con los hombros. También aquellos de tez blanca con descendencia europea corren un mayor riesgo.
- Antecedentes familiares: Si algún integrante del grupo familiar padece de esclerosis múltiple, es muy probables que se haya transmitido la enfermedad con los genes.
- Infecciones y enfermedades autoinmunitarias: Algunos virus como el Epstein Barr y enfermedades de la tiroides, diabetes tipo 1 y enfermedad intestinal inflamatoria tienen un mayor riesgo.
- Consumo de tabaco: Este grupo de personas tienen mayor posibilidad de contraer diferentes enfermedades a comparación a los que no fuman.
- El clima y falta de vitamina D: El no exponerse al sol en las horas permitidas y tener deficiencia de esta vitamina influye en su pronta aparición.
Diagnóstico y tratamiento de la esclerosis múltiple
No existe una prueba en específico para determinar la presencia de la enfermedad, por ello si tiene dudas de los síntomas que pueda presentar debe acudir al médico para que este realice diferentes exámenes como análisis de la historia clínica, exámenes de sangre, de líquido cefalorraquídeo, resonancia magnética y evaluar las distintas vías nerviosas para observar si se reduce el flujo de mensajes al cerebro.
Existen tratamientos para disminuir los síntomas como el uso de medicamentos con principios activos como el interferón beta 1b, interferón beta 1a, entre otros que se aplican con inyecciones para prevenir y reducir la aparición de brotes en la esclerosis múltiple recurrente.También se realizan tratamientos con fisioterapia y relajantes musculares. Por lo que asistir a controles médicos es fundamental para mejorar la calidad de vida.